Pese a que las clases son a distancia, la asociación de padres y los docentes apuntan a adquirir un terreno para construir más aulas. La escuela San Antonio de Padua tiene inscriptos 560 alumnos.

Situación. La escuela San Antonio de Padua tiene 21 años, cuenta con 13 aulas en estado de deterioro y un patio pequeño.

El país de las vaquitas. En plena pandemia del coronavirus (Covid-19), en la localidad de Vallemí, distrito de San Lázaro, Concepción, los padres de la Asociación de Cooperación Escolar (ACES) y docentes de la Escuela Básica N° 6687 San Antonio de Padua juntaron con maratones y vaquitas la suma de G. 27 millones para comprar un terreno y construir más aulas.

Pese a que las clases son virtuales, la comunidad educativa organiza anticipadamente el proyecto “Por un espacio seguro para los niños”, con miras a un eventual retorno a clases en modo Covid-19. La institución tiene 21 años de fundación, la infraestructura está en mal estado, algunas aulas se clausuraron por peligro de derrumbe, y ya no da abasto para los 560 alumnos inscriptos.

De las 13 aulas, algunas son estrechas, otras están con fisuras y deterioros en la infraestructura, el patio es pequeño, por lo que el recreo se hacía, antes de la pandemia, en una plaza. En la escuela San Antonio de Padua, hay clases desde educación inicial hasta el tercer ciclo.

MARATONES. La solidaridad que se inició en el 2019 no da abasto y aún faltan G. 43 millones, solo para concretar la compra del terreno, que linda con el predio de la escuelita. El precio del terreno es de G. 70 millones. Aún no disponen con fondos para la construcción de más aulas y claman apoyo por parte de la Municipalidad de San Lázaro y la Gobernación de Concepción, señaló la directora Delci Ortiz.

“Queremos comprar un terreno porque esta situación de la pandemia nos obliga a tener más espacio. Pedimos a las autoridades que nos ayuden a completar (los fondos). En la maratón –organizada en el 2019– se recaudaron G. 27 millones, que eran donaciones de gente de la ciudad y no de autoridades locales”.

Los alumnos provienen de familias de escasos recursos. Son hijos de caleros, pescadores, albañiles, mineros y otros trabajadores de la zona. La población crece cada año, por lo que también urge ampliar la escuela San Antonio de Padua en Vallemí, que es una de las tres escuelas en la zona. Hay dos colegios también en Vallemí.

Los docentes, que suman 35, ya golpearon muchas puertas en las instituciones estatales, pero no obtienen respuestas positivas.

“La maratón se juntó con el dinero del pueblo; nosotros no queremos otra vez volver a pedirles, sino que estamos esperando de las autoridades que ellos vuelvan a poner de su parte. Nuestra prioridad ahora es la compra del terreno. Soñamos con comprar el terreno”. Debido a la pandemia, no pueden organizar más actividades solidarias.

BARRERAS DE LA EDUCACIÓN. Desde el año pasado, en la escuela San Antonio de Padua se realizan las clases bajo la modalidad a distancia, es decir, con el envío de tareas a través de grupos de WhatsApp. La educación en esta modalidad tiene sus barreras teniendo en cuenta el escaso acceso a celulares e internet.

Un celular para cinco hijos. “Es difícil porque hay familias que tienen un solo celular y tienen cinco hijitos. Es un esfuerzo que todos estamos haciendo, tanto docentes como padres de familia, para la continuidad de la educación”, relató.

Fuente: Ultima Hora