Por Estela Valdés

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Es tal la presión en redes sociales, organizaciones internacionales y medios de comunicación acerca de tomar como algo natural la unión entre personas del mismo sexo, que a veces inclusive se hace difícil expresar una opinión al respecto sin sonar discriminativo.

La atracción y convivencia entre personas del mismo sexo, tiene la edad  del mundo, es decir nuevo no es. Cada persona tiene la libertad de optar y conducir su vida y su sexualidad, sin que por ello deba ser discriminada o maltratada, es indiscutible.

Pero como en todas las cosas no está bien ultrapasar los límites, y querer imponer e inclusive exigir su modo de vida, y si no te gusta o no estás de acuerdo debes pagar una importante multa o pasar un tiempo en prisión.

Una cosa es maltratar, discriminar, otra muy distinta es no estar de acuerdo, sin embargo respetar.  Tampoco está bien endilgar a los homosexuales todas las maldades y degeneraciones que existe en el ser humano, como abusar de menores, por ejemplo

Esto no es algo que tenga que ver con ser homosexual, o heterosexual, es otra  condición, es otro grupo, son pederastas, pedófilos. Cuando se dan a conocer casos de parejas de homosexuales que abusaron de un menor al que habían adoptado, las personas reaccionan inmediatamente diciendo “son más los heterosexuales que abusan de menores,  incluso de sus hijos «.

Y es cierto, pero no se reacciona cuando el abusador es heterosexual, y el punto no es precisamente, la sexualidad del abusador. El punto es,  la persona que ultraja y viola a un menor: Este es un desviado, un enfermo, un monstruo y debe ser apartado de la sociedad.

En todo caso, son los menores quienes deben ser protegidos de personas, hombres o mujeres, homosexuales, o heterosexuales, que con su comportamiento pasan mensajes nocivos a los niños, que no tienen aun discernimiento para tomar decisiones, opciones y reconocer lo malo de lo bueno, lo prohibido, de lo permitido.

A favor de los niños se debe  mover toda la sociedad, a defender y proteger  sus derechos, exigir que no se les impongan modelos diferentes de familia. Demandar que vivan en un ambiente sano y que las opciones que tomen en sus vidas, sean propias no impuestas.

Si cuando son mayores y tengan discernimiento decidan unirse a grupos de barbudos que se besan entre sí frente al congreso, porque se quieren casar es otra casa, o inclusive tal vez les persuada que pueden ser felices y vivir bien sin necesidad de contaminar a los mas chiquitos porque se siente discriminado, aunque no lo sea.

El respeto se gana la persona, sin que esto tenga ninguna relación con su opción sexual.