Marcha dolorosa, clamando por la libertad del secuestrado Félix Urbieta, realizaron ayer familiares, vecinos y amigos en un camino vecinal de Egua y Belén Cue, zona de Horqueta. Se siente la desesperación.

La marcha se realizó a la mañana, en el camino vecinal de Egua y Belén Cue; en el trayecto los concurrentes rezaron y cantaron a Dios solicitando su intermediación para la liberación de don Félix Urbieta, gran benefactor de la zona, según comentarios de pobladores.
En la iglesia de Belén Cue se realizó la celebración de la palabra, en la que muchas personas reclamaron la libertad y el fin de la violencia en el departamento. «Hemos venido a rezar a Dios por este nuestro hermano que está en desgracia y por los otros tres secuestrados, de modo que por la gracia de Dios vuelvan sanos y salvos a sus hogares», dijo Marciano Armoa, celebrante.
Por su parte, Liliana Urbieta volvió a insistir que los familiares hacen todo lo posible para recuperar a su padre, pero que no tienen el pedido del grupo. «Reiteramos que no tenemos el pedido que hacen; le rogamos a que bajen por favor, así podamos traerle a papá para la Navidad», suplicó la hija.
Por otro lado, agradeció el gesto de los amigos que apoyaron la marcha y rezaron por la liberación de su padre. «Esto nos fortalece en algo, pese a nuestra situación. Estamos desesperados por la preocupación y por la imposibilidad de dar respuesta al pedido elevado del grupo», señaló.
Ninguna autoridad acompañó la marcha. Solo estuvieron unos doscientos pobladores de comunidades vecinas.
El pedido del grupo captor de Alejandro Ramos es de 500 mil dólares. La fecha ya expiró hace rato y según se supo no hubo más comunicación después de la prueba de vida exhibida en un video.
Los familiares están atados, ya que por ley sus bienes están bloqueados y hasta ayer no pudieron conseguir tanta cantidad de dinero. Incluso, los familiares recurrieron la semana pasada a Jarvis Pavão.