En un vergonzoso intento por ocultar su incompetencia, Essap ordena a sus jefes que no den explicaciones a la ciudadanía sobre la falta de agua que dejó a Concepción sin suministro por más de 12 horas.

La falta de mantenimiento a los equipos pasó la factura.

Este sábado, la ciudad de Concepción sufrió una grave interrupción en el suministro de agua potable, quedando más de 12 horas sin este recurso esencial debido a fallos en el tablero eléctrico y el transformador interno de las bombas succionadoras. La incompetencia de Essap dejó a miles de ciudadanos en una situación crítica.

Además de la ausencia de agua, la ciudad ya padece una red de distribución plagada de fugas, lo que sólo evidencia la ineficacia y negligencia de la empresa estatal. La situación se torna aún más alarmante con la revelación de que falta un químico vital para el tratamiento del agua. ¿Cómo puede Essap asegurar que el agua que bebemos es segura? La respuesta es simple: no puede.

En un intento descarado por esconder su ineptitud, Essap ha decidido silenciar a los jefes locales. Intentamos hablar con el jefe de la planta, quien inicialmente mostró disposición para explicar la situación, pero sus superiores de la central le prohibieron dar cualquier declaración a la prensa. Este acto de censura no sólo es una falta de respeto a la ciudadanía, sino también una táctica para evitar rendir cuentas por su evidente falta de competencia.

La falta de transparencia y la evidente incapacidad de Essap para manejar la crisis han provocado indignación y desconfianza en la población. Los ciudadanos de Concepción exigen respuestas y soluciones, pero lo único que reciben de Essap es silencio y desinterés. La empresa debe asumir su responsabilidad y enfrentar las consecuencias de su ineptitud, garantizando un servicio eficiente y seguro, antes de que la situación empeore aún más.