Tras años de esfuerzo comunitario, la obra se concretó este domingo en el asentamiento Santa María de Concepción, coincidiendo con el día de la Virgen.

Este domingo 13 de julio, los vecinos del asentamiento Santa María celebraron la emotiva inauguración de la Capilla Virgen Rosa Mística, una obra largamente anhelada que comenzó a gestarse en el año 2017 y que, tras varios años de trabajo y fe, se hizo finalmente realidad.
La presidenta del comité de la capilla, la señora Nilsa Acuña, expresó su profundo agradecimiento a los pobladores que colaboraron no solo con materiales, sino principalmente con mano de obra, lo cual fue fundamental para avanzar en la construcción. “Fue como un milagro, porque justo después de la visita de la Virgen de Caacupé, se presentó una persona dispuesta a ayudarnos”, relató con emoción.
Por su parte, la presidenta del asentamiento, Ramona Mazacote, destacó el esfuerzo conjunto iniciado hace siete años, y resaltó la constancia de Nilsa Acuña —a quien considera la “mamá guasu” de la capilla— y de su pareja. También valoró el apoyo de una autoridad nacional que colaboró con materiales esenciales para la construcción del templo.


El acto inaugural fue seguido por la celebración de una misa a cargo del padre Fernando Florentín, quien bendijo el nuevo espacio de oración y reflexionó sobre el significado de la devoción mariana en tiempos de dificultad.
Como cierre de la jornada, los vecinos anunciaron que compartirán con los niños una tradicional tallarinada, costumbre que mantienen cada 13 de julio en honor a la Virgen.

La Virgen María Rosa Mística es una advocación que tuvo origen en Italia, vinculada a apariciones ocurridas en Montichiari y Fontanelle en la década de 1940. Se la representa con tres rosas en el pecho —blanca, roja y dorada— que simbolizan oración, sacrificio y penitencia. Su festividad se celebra cada 13 de julio, y su mensaje espiritual invita a la conversión, la renovación interior y la intercesión por la santificación de sacerdotes y fieles.