Dueño del Frigorífico Concepción afirmó sentirse amenazado y preguntó por qué otras plantas también importaron carne, pero solo él fue sancionado. Expuso indicios de guerra comercial en el sector.

Foto: Captura de pantalla - Telefuturo
Foto: Captura de pantalla – Telefuturo

Los competidores de Frigorífico Concepción SA comenzaron a molestarse por importar esta planta carne brasileña a precios más bajos y comercializar en el país cortes con valores menores a los demás, y por eso se orquestó una campaña en contra que derivó en el escándalo, según Jair De Lima, principal responsable de la empresa citada.

El empresario estuvo ayer en el programa La Lupa, de Telefuturo, y habló de presiones de firmas competidoras, además de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), cuyos directivos le habían pedido directamente que ya no ingresase más carne brasileña, porque sus precios eran colocados en la plaza local en menores niveles que los novillos faenados en Paraguay para el mercado nacional. «Se enojaron (los demás competidores) porque ofrecíamos precios muy competitivos, que sobre todo beneficiaban a la población que no puede comprar un novillo paraguayo tipo exportación. El pueblo no tiene condiciones de comer carne accesible, pero sí mediante nosotros la carne brasileña», destacó.

A la consulta sobre que Luis Pettengill, responsable de Frigorífico Guaraní, había pedido cárcel para él, respondió que es un competidor, e hizo alusión a la fábrica de hamburguesas que tiene Concepción y que coloca 800 toneladas local y externamente.

Además, dijo haber escuchado de algunos sectores sobre que habría intención de grupos empresariales de quedarse con su empresa: «El frigorífico no se fundirá, no dejaremos en la calle a las más de 2.700 personas que son nuestros colaboradores. Si cometimos una falta administrativa, pues pedimos que nos hagan pagar una multa, pero no nos cierren los mercados de exportación», reclamó.

Recordó que fueron 11.000 las toneladas de carne que aparecieron en los registros como ingresadas al país, aclarando que Concepción importó 7.000 toneladas y que de las otras 4.000 nadie se acuerda, «ya que estas últimas partidas también fueron importadas por otros frigoríficos, incluso Guaraní», saltando al tapete solo el suyo y recibiendo las sanciones conocidas (suspensión para exportar a cinco mercados importantes).

El empresario insistió en que se puede saber a ciencia cierta que la carne importada de Brasil no se utiliza de ninguna manera para volver a exportarla, ya que Senacsa realiza permanentes auditorías y existe trazabilidad en todos los cortes que manejan.

Recalcó que se siente amenazado y perseguido por la competencia, ya que escuchó voces que daban a entender de que debía cambiar la comisión directiva del frigorífico, e incluso venderlo.

«ARP pidió que no traiga más carne»
Jair De Lima recordó una reunión en la que participó con la comisión directiva de la Asociación Rural del Paraguay (ARP). En ella le presionaron para no traer más carne de Brasil, ya que «perjudicaba el precio del ganado paraguayo. A la Rural no le gustó nada lo que hacíamos. Les expuse que al pueblo no le alcanzaba siempre para comprar el precio del novillo», sostuvo.
También enfatizó en que Concepción participa anualmente con USD 400 millones en el ingreso de divisas por sus exportaciones y que los envíos constituyen el 80% de lo que faena; colocando lo restante en la plaza local.