La culminación de la obra vial en el ramal Concepción-Pozo Colorado se ve cada vez más distante tras la reciente rescisión del contrato para su reconstrucción. Este hecho ha desencadenado debates y colocado a las autoridades locales a merced de la buena voluntad de la empresa rescindida, que podría utilizar plazos legales para retrasar aún más los trabajos.

El tema fue abordado en la junta departamental de Concepción, donde concejales municipales y departamentales se pronunciaron sobre la obra, especialmente en el tramo desde la rotonda 2 de mayo hasta el puente Nanawa, a 5 kilómetros del centro urbano.
Por su parte, La gobernadora Liz Meza (ANR) expresó la urgencia de encontrar una solución rápida a un problema que arrastra 22 años de olvido para el norte del país. El primer plazo venció la semana pasada sin que la empresa B y B presentara apelación, y se espera que el segundo plazo transcurra de manera similar para buscar una solución equitativa.
La gobernadora Meza destacó la posibilidad de un interés continuo por parte de la constructora en trabajar con el gobierno actual como motivo para no presentar una solicitud de no innovar. La rescisión se produjo debido a un importante retraso en el cronograma de trabajo.
Meza señaló que la empresa tiene un plazo para hacer descargos, y aunque el primer plazo ya venció, la segunda etapa está en curso con un rango de días que depende del equipo de trabajo encargado del estudio. Si la empresa no presenta objeciones, se podría avanzar hacia una solución rápida, especialmente en el tramo del puente hasta la rotonda.
La gobernadora expresó optimismo al mencionar conversaciones en curso entre la empresa y las autoridades, considerando las varias obras previas de la empresa a nivel nacional. Sin embargo, la incertidumbre persiste y, de no resolverse, la ciudad de Concepción y el departamento enfrentarán un obstáculo significativo en su desarrollo, ya que la ruta ha estado olvidada durante más de dos décadas.