El padre Claudio Arévalos, responsable de la Vicaría Santo Domingo de Guzmán de Paso Barreto, se ha convertido en un referente de gestión comunitaria gracias a las obras impulsadas con el apoyo de sus feligreses y de colaboradores internacionales.

Entre los avances más destacados se encuentra la construcción del Polideportivo María Auxiliadora, que ya cuenta con un 95 % de progreso y será uno de los espacios más importantes para la práctica deportiva en la comunidad.
Además, se levantó un tinglado destinado a un salón de juegos para niños y jóvenes, y recientemente se inauguró una moderna sala de catequesis, destinada a fortalecer la formación espiritual de los fieles. También se habilitó un sector para gimnasio al aire libre, ampliando las opciones de recreación y bienestar en la zona.

Varias de estas obras fueron posibles gracias a la cooperación solidaria de benefactores de Alemania, Polonia y Estados Unidos, quienes apoyaron la visión del sacerdote de ofrecer infraestructura que favorezca la vida comunitaria. También la comunidad cooperó a través de actividades como rifas, ferias de comidas, etc.
Estos logros marcan un antes y un después en Paso Barreto, donde la Iglesia, más allá de lo espiritual, se posiciona como motor de desarrollo social.
