A seis meses del inicio de la obra, la capilla Caacupé en el asentamiento Caacupemi está próxima a ser finalizada gracias al esfuerzo de la comunidad local y la dirección del padre Francis Angou, pese a los pedidos hechos sin respuesta de instituciones oficiales.

En el extremo sur de la ciudad de Concepción, cerca de las márgenes del arroyo Calaberita, una comunidad devota está a punto de culminar la construcción de la capilla Caacupé en el asentamiento Caacupemi. La iniciativa nació hace seis meses bajo la dirección del padre misionero indú, Francis Angou, y ha contado con el respaldo ferviente de numerosos fieles que veneran a la virgen de Caacupé como su patrona y protectora.
Cecilio Paredes, presidente del territorio social, lideró los esfuerzos comunitarios para llevar adelante la edificación del templo, que ya se encuentra en su fase final. Sin embargo, a pesar de los reiterados pedidos, ninguna institución oficial ha brindado apoyo financiero o material para la construcción.

«Es un esfuerzo netamente comunitario», expresó Paredes, quien resaltó la importancia del templo para la cohesión y la espiritualidad del asentamiento. A pesar de las dificultades económicas, la fe y la colaboración de los vecinos han sido clave para avanzar en la obra.