Los familiares de Félix Urbieta piden a los secuestradores del ganadero un poco más de tiempo para poder reunir el dinero que se les exige. «Estamos casi en condiciones de cumplir», dijeron ayer en una conferencia.
Julio Silva, yerno de don Félix Urbieta, secuestrado por el grupo armado de Alejandro Ramos Morel, alias Jota (ex vocero del Ejército del Pueblo Paraguayo) desde hace 79 días, leyó ayer un nuevo comunicado en el que en nombre de las hijas de la víctima y esposa piden tiempo, paciencia y pruebas de vida, tanto del ganadero como de los otros secuestrados.Según los investigadores, el suboficial Edelio Morínigo, el colono Abrahán Fehr y el adolescente Franz Wiebe estarían en manos del primer anillo del EPP, liderado por Osvaldo Daniel Villalba Ayala, alias Comandante Javier González.
«Por favor, compasión por los familiares de los secuestrados y para tener un granito de paz envíen pruebas de vida de los cuatro secuestrados con el diario del día leyendo los titulares», dijo el familiar del secuestrado.
ACLARACIÓN. En otro momento aclaró que la familia Urbieta-Agüero no tiene nada que ver con lo que sus parientes hagan en sus puestos políticos. «Nosotros vivimos de nuestro trabajo y sudor como manda la ley de Dios y no por los puestos políticos de parientes».
Esto es en alusión a que el intendente de Horqueta, Arturo Urbieta, es sobrino de don Félix, mientras el gobernador, Luis Urbieta, y el intendente de Concepción, Alejandro Urbieta, son también parientes, aunque más lejanos de la víctima de plagio.
esperanza. Hermelinda Agüero, esposa de don Félix, cree que podrá pasar un poco mejor las fiestas de fin de año si tiene novedades de su marido. La mujer, que espera por la pronta liberación de su esposo, también reiteró que les tengan paciencia y que den muestras de vida.
Según se supo, los miembros del grupo armado no ceden en sus apetencias económicas e insisten en cobrar 500.000 dólares por la liberación del ganadero horqueteño.
Sus familiares están buscando recursos, ya han conseguido una parte, pero esperan que se reduzca el pedido. «No es fácil para nosotros, sabemos que hay bienes, pero no se consigue vender así en forma apresurada», explicó uno de los familiares.
El ganadero había sido secuestrado de su estancia ubicada en el distrito de Horqueta.