La institución educativa de Concepción cerrará el año con resultados positivos en la provisión de desayuno, merienda y almuerzo escolar, así como en el equipamiento del comedor, responsabilidades que están a cargo de la empresa Blanca Nieves.

Si por inclemencias del tiempo se suspende la clase, los padres o los estudiantes pasan por la institución a retirar el alimento.

La Escuela Básica Nº 294 Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, de la ciudad de Concepción, culmina el año con una valoración positiva del Programa Hambre Cero, aplicado en la institución. Según indicó el director, Mgtr. Celso Darío Benítez, más de 600 estudiantes reciben diariamente desayuno, merienda y almuerzo, tanto en el local central como en la escuela extensiva de San Miguel.

El director señaló que la empresa proveedora Blanca Nieves se ocupa no sólo de los insumos necesarios para la elaboración de los alimentos, sino también del equipamiento del comedor. “Estamos culminando un año súper bueno. Contamos con mesas largas, bancos y armarios nuevos; prácticamente estamos ya completamente equipados”, expresó.



Asimismo, destacó que la provisión de alimentos se realiza sin interrupciones. “No falta nada, los productos secos, verduras, carne y postres llegan en tiempo. Los alumnos reciben su porción completa y balanceada”, mencionó.

Por su parte, la cocinera María Domínguez subrayó la importancia de las capacitaciones recibidas en técnicas de higiene y manipulación de alimentos. “Acá cuidamos todos los aspectos: limpieza, utensilios, prevención de contaminación. Somos seis trabajando y cada una cumple su función”, explicó.



Domínguez también resaltó el vínculo cercano que desarrollan con los estudiantes. “Muchos de ellos nos llaman mamá. A veces te dicen ‘quiero más’ y eso te toca el corazón. Sabemos cuándo un niño está bien o cuando está pasando por algo. El comedor también es un espacio de afecto”, expresó.



El comedor escolar, además de garantizar la correcta nutrición, representa un aporte significativo para las familias de la comunidad, especialmente en días de suspensión de clases, cuando los padres pueden retirar los alimentos para llevarlos a sus hogares.