Con raíces profundas y una historia de trabajo incansable, Don Pablo Arce cumplió este domingo un siglo de vida, rodeado del cariño de hijos, nietos, bisnietos, vecinos y amigos.

Nacido el 29 de junio de 1925 en la compañía Curuzú Ñu —entonces parte del distrito de Concepción— Don Pablo es ampliamente reconocido por ser un ejemplar padre de familia que hizo crecer a sus 10 hijos con sacrificio y trabajo. Su labor como posero, una profesión que abrazó con entrega y orgullo durante toda su vida, le dio la posibilidad de recorrer el departamento y llevar el pan de cada día a su casa.
“Este trabajo me ha dado todo para hacerle crecer a mis 10 hijos”, expresó con emoción al recordar las décadas dedicadas a la perforación de pozos. Su experiencia y destreza lo llevaron a abrir cientos de pozos en distintas comunidades, llegando incluso hasta Asunción. Entre sus hazañas, destaca la perforación manual de un pozo de 22 metros de profundidad.

La celebración del centenario se realizó en su hogar, ubicado en la comunidad Paso Itá, donde Don Pablo recibió muestras de afecto de toda la comunidad. A pesar de su edad, conserva buena salud y sus sentidos intactos, lo que sorprendió gratamente a los presentes.
El festejo fue un homenaje a una vida de esfuerzo, humildad y legado familiar, que hoy sigue viva en cada uno de sus descendientes. Estuvieron todos sus hijos, una de ellos llegó de la Argentina para compartir con su padre.
