Vecinos del barrio Santa María, de Concepción, encontraron y sacrificaron una serpiente de coral, considerada una de las especies más venenosas del país. El hallazgo generó preocupación en la comunidad, ya que no es habitual su presencia en zonas urbanas.

Hallazgo no agradable (gentileza)

El reptil fue hallado en el patio de una vivienda del mencionado barrio, donde los vecinos, sorprendidos por la aparición, procedieron a eliminarla ante el riesgo que representa. La serpiente de coral —también conocida como “rabo de ají” o “coralillo”— pertenece a la familia Elapidae y se caracteriza por su potente veneno neurotóxico, capaz de causar graves daños al sistema nervioso si no se recibe atención médica inmediata.

De acuerdo con los pobladores, este tipo de especie no suele verse en esa zona de la ciudad, lo que despertó alarma entre los residentes. Las serpientes de coral habitan generalmente en regiones tropicales y selváticas, y se distinguen por sus brillantes anillos de color rojo, amarillo y negro, dispuestos en un patrón que puede variar según la subespecie.

Autoridades ambientales recomiendan no manipular ni intentar matar a este tipo de animales, sino comunicarse con personal especializado para su captura y reubicación, a fin de evitar accidentes y proteger la biodiversidad local.