Según algunos ciudadanos, ningún intendente municipal de Concepción, desde el periodo democrático, ha podido encontrar la fórmula para solucionar el problema de los caballos y las vacas que deambulan por las arterias.
Al caótico tránsito, se suma el problema de que los conductores deben esquivar a los animales que a veces son espantados por los vecinos para evitar mayores daños.
PERJUICIO. Una manada de vacas recorría la Avda. Agustín Fernando de Pinedo, el lunes pasado, buscando comidas en el paseo central, donde están apostados los agricultores que venden sus sandías.
“De día y de noche vienen, me fundió mi carpa, son animales hambrientos que recorren las calles”, dijo uno de los vendedores de la apreciada fruta. En varias ocasiones, ya se produjeron accidentes graves y hasta fatales a consecuencia de la presencia de los animales.
El ejecutivo municipal cuenta con una ordenanza que le respalda para retirar los animales sueltos, derivar a la propiedad militar y entregar a sus dueños solo tras un pago de multas.
Sin embargo, los controles son esporádicos y los dueños inconscientes largan a sus animales dañando la imagen de la ciudad.