Los parientes de la víctima del plagio señalaron que, ante la desesperación, acudieron al presunto capo narco, ya que el Gobierno no les brinda lo que requieren. Solicitan piedad al grupo armado.

Arturo Urbieta (sobrino del secuestrado y Liliana Urbieta (hija) de don Félix
Arturo Urbieta (sobrino del secuestrado y Liliana Urbieta (hija) de don Félix

Como la demostración más explícita de la falta de confianza hacia el Gobierno fue considerada la visita que hicieron la esposa y las hijas del ganadero secuestrado por el EPP, Félix Urbieta –acompañadas por el sobrino intendente, Arturo Urbieta–, el pasado lunes al presunto capo del narcotráfico, Jarvis Chimenes Pavão, en su reclusorio de la Agrupación Especializada de la Policía Nacional.

Esto fue revelado ayer por Telefuturo y los familiares de don Félix, retenido hace 44 días por el Ejército del Pueblo Paraguayo, reconocieron haber pedido apoyo a Pavão a causa del estado de desesperación en que se encuentran.

«Vos harías lo mismo si te encuentras en esta situación; así mismo nosotros hicimos y seguiremos haciendo con tal de poder devolver la libertad a nuestro papá», respondió a la tarde Liliana Urbieta cuando tuvo que dar explicaciones ante la prensa. Ella, su hermana Norma y su madre Ermelinda, además de su primo Arturo René (intendente de Horqueta), recurrieron a Pavão buscando algún tipo de apoyo (el reo había dicho haber negociado la liberación de Arlan Fick en el 2014), porque necesitaban hablar con alguien para traer de vuelta a su papá. Quedó registrado el ingreso de los familiares a las 9.34 del lunes 21 de noviembre; a las 9.51 ingresaron los abogados Laura Casuso y Jorge Rodrigo Prieto. A las 11.12 minutos salieron de vuelta sin mayores esperanzas.

«Pudimos hablar con él; nos dieron una respuesta, pero lamentablemente el plazo que nos dio es corto», explicó Liliana a los periodistas que llegaron junto a la familia en la estancia Dos Hermanas, ubicada en la comunidad de Eguá, en el distrito de Horqueta, Departamento de Concepción.

Reconoció que pidieron audiencia con el presidente Horacio Cartes, pero nunca pudieron llegar junto a él; entonces no les queda más que buscar otras personas que podrían ayudar en su desesperación.

Liliana Urbieta reiteró que recurrirán a donde puedan, siempre y cuando que haya indicio de solución al grave problema que vive la familia.

Por su parte, el intendente de Horqueta y sobrino del secuestrado, reconoció que tuvo que gestionar y acompañar a sus primas y tía junto a Jarvis, a los efectos de ofrecerle en venta una tierra. «Nosotros no nos fuimos a pedirle regalo, fuimos a ofrecerle tierra, y si hay otros interesados en ayudarnos en ese sentido, pueden comunicarse con nosotros», señaló el intendente.

Planilla de visitas de Pavao
Planilla de visitas de Pavao

Indicó que fueron recibidos por Jarvis y conversaron sobre la situación. «Acá, por el hecho de que soy intendente me critican; yo pido a las personas a que no se agiten por eso, porque estamos en una crítica situación», aclaró.

Punso énfasis en que nadie sabe la realidad que hay en el fondo. «Acá hay algo grande que nosotros no vamos a poder decir; por eso nosotros pedimos al grupo que baje su pedido para que nosotros podamos juntar y traer con vida al señor para la Navidad», remarcó.

Finalmente, Liliana leyó un comunicado pidiendo piedad al grupo armado y –por favor– bajar sus pretensiones económicas. Acongojada, la hija de menor de Fèlix Urbieta indicó ante los presentes que están haciendo el esfuerzo para reunir el dinero, pero les es imposible por la cantidad. «Que nos tengan piedad y nos baje el pedido; lo que piden no podemos», clamó entre lagrimas, mientras agradecía el interés de los medios de prensa en la situación en que están.

Fuente: Uh