El hallazgo de restos óseos humanos registrado el lunes de noche en cercanías del puente Paso Otero, sobre la Ruta PY22 en Concepción, dio un giro importante tras la intervención de los forenses y del Ministerio Público. Perteneceria a un hombre que había desaparecido en marzo de este año.

Aunque el cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición y sin piezas clave como el cráneo y los pies, una evidencia encontrada entre las vértebras permitió un progreso decisivo en la identificación.
El médico forense Dr. Roberto Barrios confirmó que en la columna se halló una placa en forma de “H” de titanio, utilizada comúnmente en cirugías de columna. Este hallazgo coincidió inmediatamente con la información aportada por familiares de Julio Espínola, de 60 años, vecino del barrio San Carlos, desaparecido desde el 23 de marzo de este año.

Según la fiscal Carolina Quevedo, la placa coincide con la que le fue implantada a Espínola en Hospital INGAVI. Este elemento se convirtió en la principal y más fuerte evidencia que apunta a que los restos pertenecerían al hombre desaparecido.
Aunque la confirmación oficial se hará mediante estudios laboratoriales en Asunción, las autoridades consideran que la identificación está prácticamente establecida gracias a la coincidencia quirúrgica y al reconocimiento preliminar de los familiares y la remera de la victima.
Las investigaciones continúan para determinar las circunstancias de la muerte y el tiempo que los restos habrían permanecido en la zona.
