Desde hace casi dos décadas, Tomás Moret transforma ruedas en desuso en muebles, planteras y figuras decorativas. Su casa-taller se encuentra en el barrio Porvenir, donde recibe cubiertas de todos los tamaños, desde bicicletas hasta aviones.

Con más de 19 años de experiencia, el artesano concepcionero Tomás Moret encontró en las cubiertas usadas una materia prima inagotable para dar rienda suelta a su creatividad. En su vivienda, ubicada frente a la Capilla Virgen del Rosario del barrio Porvenir, el “artista de las ruedas” fabrica planteras, sillones, portones, cercos y figuras decorativas que representan insectos, aves y felinos, entre otros.
El artesano explicó que su labor requiere de especial cuidado, ya que las cubiertas contienen alambres y materiales que pueden provocar incidentes no solo a quien las trabaja, sino también al cliente que las manipula después. Por ello, utiliza herramientas específicas que le permiten dar un acabado seguro y prolijo a cada pieza.




Vecinos y personas de distintos lugares se acercan hasta su casa para entregar cubiertas en desuso, que luego vuelven convertidas en originales obsequios. Con su oficio, Moret no solo contribuye al reciclaje y el cuidado del medioambiente, sino que también inspira a la comunidad a mirar con otros ojos aquello que muchos consideran basura.