El suboficial de Policía Víctor Manuel Martínez Ferreira, víctima de un atentado del EPP en 2009, cumplió este martes 40 años de vida en su vivienda de Kuruzu Isabel, Concepción, donde permanece postrado tras quedar parapléjico.

Víctor rodeado de su madre y su enfermera

Martínez resultó gravemente herido la noche del 15 de octubre de 2009, cuando una bomba cazabobos explotó en el vehículo del ganadero secuestrado Fidel Zavala. La explosión lo dejó con lesiones irreversibles y desde entonces depende de asistencia permanente.

En el día de su cumpleaños, familiares y amigos participaron de una misa en acción de gracias, aunque el pedido central de su madre, Romilda Ferreira Vda. de Martínez, sigue siendo la provisión de una cama hospitalaria. “Hace casi un año hicimos la solicitud y todavía no recibimos respuesta”, lamentó.

Por su parte, una de sus enfermeras, Eusebia Cuenca, explicó que la cama actual ya está deteriorada y no sirve, a pesar de varias reparaciones.

El caso de Martínez vuelve a exponer las secuelas humanas que dejaron los atentados del EPP y la necesidad de respuestas más rápidas a las familias que aún hoy sufren sus consecuencias.