Los 133 cardenales electores entrarán este miércoles a las 16:30 (hora de Roma, 11:30 de Paraguay) a la Capilla Sixtina, para dar comienzo al Cónclave, y la primera fumata, previsiblemente negra, podría verse entre las 18:00 y las 19:00 (14:00 a 15:00 de Paraguay). El nuevo Papa sólo saldrá elegido por mayoría cualificada de dos tercios del cuerpo cardenalicio, es decir, necesitará 89 votos para ser elegido.

Los 133 cardenales electores entrarán este miércoles a las 16:30 (hora de Roma, 11:30 de Paraguay) a la Capilla Sixtina, para dar comienzo al Cónclave, y la primera fumata, previsiblemente negra, podría verse entre las 18:00 y las 19:00 (14:00 a 15:00 de Paraguay). El nuevo Papa sólo saldrá elegido por mayoría cualificada de dos tercios del cuerpo cardenalicio, es decir, necesitará 89 votos para ser elegido.
Las votaciones tendrán lugar en la Capilla Sixtina, que cerró sus puertas al público el pasado lunes 28 de abril, para preparar el Cónclave, según confirmaron a Europa Press desde los Museos Vaticanos. Desde entonces, los operarios se han encargado de colocar las dos estufas, para quemar las papeletas de los escrutinios y para hacer el humo negro o blanco, y han realizado algunas adaptaciones.
Los cardenales electores estarán a las 16:15 horas de este miércoles en la Capilla Paulina, Primera Logia del Palacio Apostólico Vaticano. Los cardenales de rito latino vestirán la túnica roja con la faja, el roquete, la muceta, la cruz pectoral con cordón rojo y dorado, el anillo, el solideo y la birreta; mientras que los cardenales de las Iglesias orientales vestirán su propio hábito coral.
Desde la Capilla Paulina, al canto de las Letanías de los Santos, los cardenales electores se dirigirán en procesión a la Capilla Sixtina donde, tras el canto del Veni Creator, pronunciarán el juramento prescrito. A continuación, cada cardenal elector pronunciará su nombre y, poniendo la mano sobre los Evangelios, dirá: “Prometo, me obligo y juro”.
Según la fórmula del juramento, recogida en la ‘Universi Dominicis Gregis’, los cardenales prometen “observar con la máxima fidelidad” el secreto sobre todo lo relacionado con la elección del nuevo Papa, tanto durante como después de la elección; juran no favorecer ninguna interferencia, y cada uno se compromete, en caso de ser elegido, a desempeñar fielmente el ‘munus Petrinum’ de Pastor de la Iglesia Universal.
A continuación, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, Diego Ravelli, pronunciará el “extra omnes” (todos fuera) y todos los ajenos al Cónclave deberán salir de la Capilla Sixtina. Tras la meditación, el eclesiástico encargado de pronunciarla saldrá de la Capilla junto al Maestro de Celebraciones Litúrgicas.
Los cardenales deberán emitir su voto secreto frente al fresco pintado por Miguel Ángel en la pared del altar de la Capilla Sixtina, el ‘Juicio Universal’. Según la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta, el ‘Juicio Final’ de la Capilla Sixtina es “una advertencia” para los cardenales electores reunidos en el Cónclave ya que deberán depositar su voto justo en el altar colocado antes.
se a la votación entre los dos cardenales más votados en el último escrutinio, pero no por mayoría, sino que de nuevo se deberán alcanzar “al menos” dos tercios.
Finalmente, cuando sea elegido el nuevo Papa, el cardenal decano le pedirá su consentimiento y le preguntará cómo quiere ser llamado y el Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias levantará acta. Si el elegido no tiene el carácter episcopal, será ordenado obispo inmediatamente.
Posteriormente, el nuevo Papa se dirigirá a la ‘habitación de las lágrimas’ donde debe elegir una de las tres sotanas blancas puestas a su disposición, de diferentes tallas, y rezar durante unos minutos. Poco después, el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, pronunciará el ‘Habemus Papam’ y el nombre del nuevo Pontífice, el cual inmediatamente después impartirá la Bendición Apostólica Urbi et Orbi desde el balcón de la Basílica Vaticana.
Fuente: La Nación