Mario Abdo  sostuvo que no está conforme con los resultados con relación a los secuestros de Edelio Morínigo y Félix Urbieta en su informe de gestión ante el Congreso Nacional.

Ábdo Benítez se emocionó cuando recordó a María Edith Bordón de Debernardi. Foto: Raúl Cañete UH
Ábdo Benítez se emocionó cuando recordó a María Edith Bordón de Debernardi. Foto: Raúl Cañete UH

El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, evitó referirse a medidas concretas que tomará el Poder Ejecutivo ante la inseguridad que sufre la ciudadanía a diario y al problema endémico del sicariato en la zona de frontera.

Sí destacó la detención y expulsión de 126 personas sindicadas como miembros de las organizaciones criminales, durante su informe presidencial ante el Congreso Nacional.

Si bien la mayor cantidad de casos de sicariato se dan en la zona de Amambay, como Pedro Juan Caballero, también hubo uno recientes en Luque, donde un hombre ejecutó a un comerciante de nueve balazos, el pasado 27 de junio.

Asimismo, semanas atrás causó conmoción entre los pobladores de Puerto Casado, Departamento de Alto Paraguay, un asalto fatal donde fueron víctimas un hombre y su hijo.

Abdo Benítez recordó que visitó a las familias de Edelio Morínigo y Félix Urbieta, quienes fueron secuestrados por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), y admitió que no está conforme con los resultados hasta el momento.

Asimismo, pidió a las fuerzas de seguridad redoblar los esfuerzos en la lucha contra los secuestros.

Morínigo cumplirá cinco años en cautiverio el 5 de julio próximo, mientras que Urbieta está hace dos años y siete meses privado de libertad.