La única actividad de la senadora liberal llanista María Eugenia Bajac en la primera sesión de ayer fue exigir una oración colectiva y luego se mandó mudar.

De pie. Por exigencia de María Eugenia Bajac, los senadores oraron en su primera sesión.
De pie. Por exigencia de María Eugenia Bajac, los senadores oraron en su primera sesión.

La parlamentaria, quien también es pastora de su iglesia, no se quedó a participar del debate que atañe a su Concepción, sobre las tierras de Antebi Cué. Anteriormente, ya se dio otro caso similar en que la misma confundió la Cámara Alta con un templo.

“¿Quién se anima a ponerse en pie realmente y hacer una acción de gracias correspondiente? Quién me acompaña con esto? Levanten sus manos, porque acá hasta tenemos que votar”, desafió a sus demás colegas.

Los que se tomaron por aludidos inmediatamente levantaron sus manos en señal de acompañamiento y se pararon para orar.

Los que permanecieron en sus respectivas bancas fueron los senadores del Frente Guasu y la colorada Lilian Samaniego. Juan Carlos Galaverna se paró, pero luego volvió a sentarse en su curul.

“Parémonos entonces, el que quiere”, expresó casi a los gritos en la sesión.

Luego se dirigió al “Padre Celestial en el nombre de Jesús” para agradecer que están con vida, que no están en ningún hospital ni tienen que batallar con ninguna enfermedad. En ningún momento recordó a los enfermos.

“Te agradecemos, Señor, esta misericordia tan grande, por cada compañero y compañera en este lugar, y en este recinto en el Senado, por esa gracia que tenemos de representar a un pueblo”, manifestó Bajac.

Pidió sabiduría para poder ejercer dignamente ese lugar y poder ser un canal de bendición para mucha gente en este país. “Te damos gracias por el reinicio del periodo parlamentario”, concluyó.

Fuente: Ultima Hora