Monseñor Pablo Cáceres criticó fuertemente la actitud de los grupos armados que secuestran y denigran a las familias norteñas. Cuestionó la ineptitud del Gobierno y habló de «simpatía» con los criminales.
«Nosotros lamentamos por los cuatro secuestrados; en verdad esto no debiera ocurrir en el Norte, donde se necesitan pacificación y tranquilidad para que la gente trabaje», manifestó monseñor Cáceres.
En ese sentido, exigió el cese la violencia, ya que la ciudadanía se siente denigrada y postrada sin forma de reaccionar ante los crímenes ocurridos en zonas de Concepción, Amambay y San Pedro, haciendo alusión a los secuestros y extorsiones.
Cáceres señaló igualmente que a los secuestradores no debe pedírseles o rogárseles nada. «Ellos no son nadie para que se les ruegue; es una actitud molestosa, sobre todo, la forma en que tratan a los secuestrados y parientes para denigrarlos, darles órdenes para tales cosas y para actuar de tal forma», sostuvo.
ineptitud. En contrapartida, monseñor mencionó que la ineptitud del Gobierno respecto a esta realidad «es una cosa que la Iglesia ha manifestado desde hace 10 años».
«El Gobierno es incapaz; nosotros repetimos eso desde hace 8 a 10 años; nosotros hasta creemos que hay una simpatía del Gobierno con estos grupos, por eso que no pueden solucionar», afirmó.
«Para nuestra forma de reflexión, no puede ser que 20 o 30 personas vengan a repetir la misma conducta y comportamiento desde años sin que el Gobierno no identifique lugar y poder encerrarlo entre las rejas», mencionó Cáceres, ante la falta de resultados en la lucha contra el grupo armado.
Sostuvo que más molesta la situación porque las fuerzas de seguridad que operan en el Norte «lo único que hacen es detener y enviar a la cárcel a inocentes y dejan actuar tranquilamente al grupo minúsculo que secuestra y denigra a la gente trabajadora».
En el Norte están en cautiverio Franz Wiebe, Félix Urbieta, el policía Edelio Morínigo y Abrahán Fehr.
Fuente: Uh (Justiniano Riveros)