La Fiscalía confirmó el hallazgo una nota supuestamente escrita por Robert Natto, en la que se pide un monto en concepto de rescate. De tratar de perpetrar un secuestro express, finalmente intentaron un secuestro largo, concluyó el fiscal Joel Cazal.

Robert y Erika Natto. Foto: Gentileza Telefuturo
Robert y Erika Natto. Foto: Gentileza Telefuturo

“El EPP le hizo escribir una nota a Robert Natto, donde pedía US$ 200.000 para ser entregado a un peón”, manifestó el fiscal en entrevista con Radio Canal 100. Esta misiva fue encontrada en la cartera del secuestrado, y será sometida a un análisis en las próximas horas para confirmar si se trata de su letra, indicó. Esto da a entender que la intención de los criminales era que el secuestro sea largo. “Ahora tenemos la prueba documental. Se hablaba de secuestro express, pero con esta nota cambia el panorama”, manifestó. Otra hipótesis que manejan desde la Fiscalía es que Robert Natto se negó a un largo cautiverio, y por eso lo dispararon.

Un detalle que Cazal resaltó fue que antes de asesinarlos, los secuestradores los torturaron con una picana, tal como reveló la autopsia. “Mientras le decían que caminen más rápido usaban la picana (…) es habitualmente lo que se hace con el ganado, ellos ya no daban más del cansancio”, comentó.

«Siempre Cumplieron»

Los Natto eran una familia que siempre cumplieron todas las “instrucciones” que el autodenominado EPP supuestamente pide a los ganaderos y otros productores de la zona. “Hacían al pie de la letra para no tener problemas con esta gente. No talaban árboles, no limpiaban linderos, no usaban armas dentro de la estancia”, manifestó el agente fiscal. Sin embargo, igualmente fueron secuestrados y asesinados. Esto demuestra que el grupo solamente quería dinero y ni ellos tienen en cuenta sus supuestas reglas, dijo Cazal. “Es toda una falacia lo que dicen con su famoso panfleto. Es un grupo delincuencial que solo quiere sacar dinero”, concluyó.

Hoy se cumple una semana del secuestro y asesinato de Érika y Robert Natto, una pareja de alemanes que vivían en Paraguay desde 30 años, dedicándose al rubro de la ganadería en el Norte del país. No eran grandes productores, pero igualmente fueron secuestrados por el grupo, y finalmente asesinados, durante un enfrentamiento a balazos con miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta. Durante la “huida”, los criminales ejecutaron a ambos.

ABC