Pobladores de la comunidad Alemán Cué, distrito de Horqueta, protestan por abandono de obras de construcción de viviendas encaradas por la Secretaría Nacional de la vivienda y el Hábitat (Senavitat).
En la comunidad fueron adjudicadas 69 familias como beneficiarias de la construcción de la vivienda propia en el marco de la segunda parte del programa que beneficia a esta población. En la primera partida, 20 familias recibieron su casa propia.
Según los vecinos, la empresa Solemma es la encargada de la obra. “Comenzó solo con 21 viviendas, algunas avanzaron hasta el techo, otras apenas se encuentran en la estructura”, dijo Sixto Godoy, presidente de la comisión vecinal de la comunidad.
Destacó que hace dos meses que la empresa abandonó la comunidad y que ni siquiera abonó haberes a los constructores y obreros. “Acá se creó un grave problema social, ya que los obreros no cobraron su plata, deben a los almaceneros y carniceros, que se quedan con las cuentas”, señaló.
Indicó que estos obreros tienen como proveedores a almaceneros y carniceros con quienes no pueden cumplir su compromiso por la falta de cobro de los haberes. “Lamentablemente los almaceneros y el carnicero de la zona no pueden cobrar, porque los obreros no reciben sus haberes”, señaló Godoy.
Pidió que el Ing. Derlis Mencias, que se presentó como responsable de la empresa, se sincere con ellos y cuente lo que realmente está ocurriendo y no se oculte de la gente. “Este señor ni siquiera ya atiende mi llamada, por eso estamos más preocupados, porque pensamos que es un gran negociado este tema”, señaló.
Indicó que solo aguardarán una semana más y si no hay respuesta saldrán a la ruta 5 para manifestarse. “Nosotros ya llegamos a Asunción y hasta el momento no hay respuesta, creemos que solo esperaremos una semana y luego coparemos la ruta”, sostuvo el líder de la comunidad.
Los beneficiados tienen la información de que la Senavitat ya desembolsó los recursos, pero que el problema está en la empresa, que desapareció.
Un hecho que también les llama la atención es que ninguno de los beneficiarios firmó aún ningún documento, aunque supieron que cada vivienda costará G. 75.000.000.
Representantes de Calle 9 y 10 también llegaron y manifestaron su disconformidad en el manejo de Senavitat con la gente pobre.
Luis Barreto, de Calle 9, dijo que en su comunidad solo se construyeron 24 de 44 viviendas prometidas. Que incluso a él le prometieron la construcción por tener un hijo con discapacidad (es paralítico), pero que hasta ahora no hay nada.
Grifilia Candado, pobladora de Calle 10, dijo que en su comunidad se adjudicaron 18 familias, pero que hasta el momento ni una casa se construyó.
Fuente: Justiniano Riveros, U.hora