Si bien, el obispo de la Diócesis de Concepción y Amambay, Mons. Miguel Ángel Cabello, realizó una autocrítica respecto al trabajo pastoral de la iglesia, arremetió con contundencia respecto a la baja calidad educativa del país, la violencia, la corrupción y la falta de respuesta en torno a los secuestrados Edelio Morínigo, Felix Urbieta y Oscar Denis.

Lleno total de la iglesia Catedral

Cabello destacó preocupantes resultados en las pruebas de lectura comprensiva, donde solo 3 de 10 estudiantes alcanzan un nivel adecuado, y en operaciones matemáticas básicas, donde solo 1 de 10 tiene éxito. Subrayó la persistencia de la inseguridad, violencia intrafamiliar y asesinatos en las calles, junto con la falta de información sobre los secuestrados.

«Como sociedad civil, me pregunto, ¿qué han hecho los ciudadanos?, ¿y las autoridades gubernamentales y municipales? Seguimos en una situación precaria en salud, seguridad alimentaria y educación. Muchos niños y jóvenes sufren estas carencias», expresó el obispo.

Mons. Cabello fue contundente en sus críticas y autocríticas

En otro comentario, señaló la persistencia de la corrupción en las instituciones públicas y cuestionó la falta de acción ciudadana: «¿Qué hemos hecho como ciudadanos? ¿Protestamos, reclamamos, buscamos cambiar, o simplemente aceptamos la situación?»

Finalmente, el obispo atribuyó muchos problemas sociales a la actitud de algunos hombres que se creen dioses, autoritarios y crueles, pisoteando los derechos de los demás.

Estas reflexiones fueron compartidas durante la misa central en honor a la Virgen Inmaculada Concepción de María, celebrada en la Iglesia Catedral este viernes, donde las principales autoridades no asistieron.