Monseñor Pablo Cáceres, vicario de la Diócesis de Concepción, calificó de burla el proyecto de la Coordinadora de Acción Integral Conjunta (Caico), creada por el Gobierno Nacional para combatir la pobreza en los departamentos de Concepción y San Pedro.
Señaló que el general Máximo Díaz fue el que llegó a solicitar a la Pastoral Social su intermediación con las organizaciones campesinas para presentar proyectos de mejoramiento de las condiciones de vida.
Agregó que los primeros proyectos presentados con la coordinadora departamental no fueron aceptados, porque los pedidos de apoyo eran muy ínfimos y que a pedido del mismo Díaz se aumentaron los pedidos.
“El Gral. Díaz nos dijo que había muchos recursos y que aumentáramos los pedidos en las diferentes áreas”, destacó monseñor Cáceres.
El vicario de la diócesis dijo que hasta el momento tales proyectos no tienen retorno, porque nunca más apareció el coordinador de la Caico, el Gral. Díaz.
“Ya pasaron 7 meses, es una burla al sector campesino, porque ilusionaron, crearon expectativas y, finalmente, no lo cumplen”, señaló.
El prelado destacó que en Arroyito prometieron 8 pozos artesianos, solo uno funciona, y la construcción de viviendas en la comunidad indígena de Azotey y Kurusu de Hierro.
“Al monseñor Cabello le consta que las viviendas en Azotey fueron construidas con materiales de mala calidad y encima inconclusas”, señaló.
DUDAS DEL NUEVO PROYECTO. Cáceres indicó que el nuevo proyecto del gobierno de Horacio Cartes con la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) de lucha contra la pobreza en un plazo de 15 años no cree que funcione en el Departamento de Concepción, porque ya no existe confianza.
“Al menos nosotros acá en Concepción no nos vamos a prestar al juego del Gobierno, ya tenemos buena experiencia que solo conduce a decepciones de los sectores populares”, dijo el vicario de la Diócesis de Concepción.
Marciano Jara, dirigente de Arroyito, corroboró la denuncia del monseñor Cáceres y sostuvo que de los tantos proyectos apenas se cumple algunos y a medias.
El campesino remarcó que la decepción es grande, porque no hay voluntad de los gobernantes.
Expresó que los caminos de los asentamientos de Arroyito están intransitables, que era la primera promesa de las autoridades.
LENTITUD DE INSTITUCIONES. Por su parte, el general Máximo Díaz, coordinador de la Caico, explicó que él es un coordinador entre las instituciones para llevar adelante los proyectos, pero que no puede solucionar la lentitud de algunas instituciones para cumplir con su compromiso.
El militar indicó que de todos modos hará llegar al presidente de la República Horacio Cartes la inquietud de los norteños y que se constituirá hasta la zona para verificar el estado de los trabajos.
El general Díaz manifestó que respeta mucho el trabajo de la Pastoral Social de la Iglesia, porque conoce que esa instancia de la Iglesia Católica tiene mucha relación con el sector social más carenciado.
Fuente. Uhora