Los ocho militares de Arroyito que fueron asesinados por los terroristas del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) no estaban haciendo patrulla; tenían una misión: la de llevar un neumático en llanta hasta una gomería de Concepción, y de paso tenían planeado almorzar asado en la vivienda de uno de ellos.
El subteniente Félix Fernando Fernández Duarte, jefe del grupo de los ocho militares que estaban en el camión, había llamado a sus padres a decirles que viajarían hasta la capital departamental, donde está su casa. Para aprovechar, pidió a sus padres que prepararan un rico asado y avisó que iban siete hombres con él para disfrutar del almuerzo.
Esto comentaron los mismos parientes de Fernández, cuya familia vive en Concepción. Lamentaron quedarse esperando, con la tristeza de no poder disfrutar de ese último encuentro ameno, que iban a compartir también con ellos sus camaradas.
Sin embargo, el ministro del Interior, Francisco De Vargas, y el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), general José Alvarenga, aseguraron que estaban cumpliendo una misión de seguridad patrullando uno de los núcleos de Arroyito.
SIN EXPLICACIÓN. Ninguna de las autoridades, además, explicó por qué los militares salieron de la base en un camión de carga, sin ningún tipo de protección.
El comandante de la FTC evadió responder, en 730 AM, la alta exposición al peligro de las víctimas, diciendo que no había que buscar culpables, y solo atinó a decir que iban a corregir lo que haga falta.
En el atentado del pasado sábado perdieron la vida Félix Fernando Fernández Duarte, Lucio de Jesús Torrasca Galván, Robert Fabián Cañete Pereira, Genaro de Jesús Arias Palacios, Sergio Daniel López, Éder Arias, Hugo Candia y Pablo Farías.
Fuente: UH