Familiares del suboficial Edelio Morínigo (27), que hace 676 días está poder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), rogaron ayer, una vez más, por su liberación y exigieron al Gobierno buscar nuevas estrategias para recuperarlo con vida.

Dolor de madre. Doña Obdulia rompe en llanto mientras se pasa por el rostro un uniforme de su hijo secuestrado.
Dolor de madre. Doña Obdulia rompe en llanto mientras se pasa por el rostro un uniforme de su hijo secuestrado.

Doña Obdulia Florenciano, madre del suboficial, exhibió ayer por primera vez, entre lamentos y lágrimas, un par de uniformes, botas y zapatillas pertenecientes a Edelio y rogó al grupo armado la liberación del joven, que pasa dos cumpleaños en poder del EPP. “Ya es mucho tiempo, basta por favor con este dolor, libérenle a mi hijo, les pido en el nombre de Dios”, señaló.

Dirigiéndose a Lucio Silva, miembro del EPP (era poblador de Arroyito), pidió que tenga piedad de la familia. “Don Lucio Silva, usted que siempre decía luchar por las familias más pobres, le pido que libere a mi hijo. A Osvaldo Villalba no lo conozco, pero igual le pido el favor”, dijo.

Para la madre, el sufrimiento es sin igual, porque no se sabe si Edelio aún vive, y si vive, en qué condiciones está.

Por su parte, Apolonio Morínigo, padre de Edelio, hizo el mismo pedido al grupo armado, porque considera que el daño no es para el Gobierno, sino para la humilde familia. Sin embargo, al Gobierno exigió buscar otras estrategias para recuperar a su hijo sano y salvo. “Tiene que haber otras estrategias, apoyo internacional o algo así para encontrarle a Edelio”, señaló el padre.

Milciades Morínigo, hermano de Edelio agradece gesto del Club Cerro Porteño.
Milciades Morínigo, hermano de Edelio agradece gesto del Club Cerro Porteño.

Milciades Morínigo, hermano de Edelio, agradeció a los jugadores del club Cerro Porteño por el gesto que tuvieron en la cancha al solicitar la liberación de su hermano, “que es fanático del club”.

ESPOSA. Por su parte, Elisa Mabel Ledesma, esposa de Edelio, rogó a los secuestradores que liberen a su marido, porque considera que no hay argumento para mantenerlo cautivo por tanto tiempo. Pidió aunque sea una prueba de vida, porque ni siquiera eso tienen desde hace rato. “Por favor, una prueba de vida para tranquilizarnos un poco más”, clamó.

Envió un mensaje a su marido: “Recuerdo tu mensaje en el video y te digo que te estoy esperando como siempre y te voy a esperar siempre”.

Fuente: Justiniano Riveros, UH