Según la Organización Mundial de la Salud «probablemente» también lo sea la carne roja.
Comer carne procesada, como fiambres o chorizos, puede provocar cáncer intestinal, mientras que el consumo de carnes rojas es una causa probable de la enfermedad, dijeron hoy lunes expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras hallazgos que podrían incrementar el debate sobre una dieta basada en estos alimentos.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por su sigla en inglés), que es parte de la OMS, puso a las carnes como las salchichas y el jamón en su lista grupo 1, que ya incluye al tabaco, al asbesto y a las emisiones de diésel, para los que existe «suficiente evidencia» de vínculos con el cáncer.
«Para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal (en el intestino) debido a su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida», comentó el doctor Kurt Straif, jefe del programa de Monografías de la IARC, a través de un comunicado.
Las carnes rojas, categoría bajo la cual la IARC incluye a la carne bovina, de cordero y de cerdo, fueron clasificadas como un cancerígeno «probable» en su lista grupo 2A, en que también figura el glifosato, el ingrediente activo de muchos herbicidas.
La clasificación más baja para las carnes rojas refleja «evidencia limitada» de que este alimento provoca cáncer. La IARC encontró vínculos principalmente con el cáncer intestinal, pero también asociaciones observadas con cáncer al páncreas y a la próstata, agregó.