Los ciudadanos indignados de Concepción, quienes exigen la renuncia del intendente liberal Alejandro Urbieta, realizan escraches en paralelo a fin de ejercer mayor presión a las autoridades municipales.

Mientras un grupo hacía marcha, otro se apostaba frente a la vivienda del Intendente
Mientras un grupo hacía marcha, otro se apostaba frente a la vivienda del Intendente

El sábado pasado, los escraches se trasladaron a las viviendas de Asunción Carballo (nuevo presidente de la Junta Municipal), y de Estrella Quevedo (concejal liberal). Al día siguiente, domingo (noche 85), un gran grupo marchó por las calles llegando hasta las casas de los concejales Enrique Paniagua (ANR) y Gustavo Bonzi (PLRA). Asimismo, otro grupo pequeño se encargó de instalarse frente a la casa del intendente Alejandro Urbieta, donde realizaron pintatas en la calle, encendieron velas, y explotaron ajitos y cañitas silvadoras (protesta contra los fiscales para no ser imputados por explotar bombas).

“Venimos a explotar cañitas silvadoras, porque si lo hacemos con bombas los fiscales nos imputan. Nos ubicamos frente a la vivienda del intendente, porque este es el responsable de la crisis”, dijo Norma Gutiérrez, una de las indignadas.

Posteriormente, los demás indignados llegaron hasta el lugar, donde hubo algunos incidentes con automovilistas. Ayer se cumplieron 86 días de movilización ciudadana, pero por el clima, y por primera vez, no hubo marcha ni escrache, debido a la lluvia y los largos cortes de energía eléctrica. Por su parte, el intendente Urbieta se aferra al cargo con apoyo de siete de los 12 concejales.

Fuente: Ultima Hora