La emblemática embarcación fluvial, Aquidabán, reinició desde ayer sus viajes al litoral norteño, tras su mantenimiento y reparación exigidos por la Prefectura Naval, y que tuvo una duración de tres meses.

De nuevo. El Aquidabán zarpó ayer del puerto de la ciudad de Concepción, rumbo al Norte.
De nuevo. El Aquidabán zarpó ayer del puerto de la ciudad de Concepción, rumbo al Norte.

El medio fluvial paró durante 90 días, tiempo durante el cual fue sometido a mantenimiento y reparación en general, tarea que necesariamente realiza cada cuatro años. Desde setiembre salió de las aguas y recién ayer volvió a llevar pasajeros y cargas hasta Bahía Negra en el Alto Paraguay.

Según explicó el ingeniero Ángel Desvars, propietario de la embarcación, el trabajo de reparación y mantenimiento fue total en los motores y en el casco, cuya inversión alcanzó los 100.000 dólares.

Explicó que ya está en condiciones de soportar otros cuatro años de viajes incesantes hacia el litoral norteño cumpliendo con su gran servicio social.

Indicó que la embarcación quedó como nueva y que con mucha satisfacción reinicia sus viajes sin ningún ajuste en los pasajes. “Vamos a cobrar los mismos costos de pasajes y cargas. No vamos a aumentar absolutamente nada”, dijo.

A las 11.00 de ayer, zarpó la embarcación desde el puerto de Concepción, repleta de cargas y pasajeros. Durante el trayecto, atraca en los principales puertos, tales como Pinasco, Guaraní, Casado, Vallemí, Olimpo y Bahía Negra.

Pese a que se incorporó otra lancha de pasajeros y cargas, denominada Dálmata, de menor capacidad, estas comunidades ribereñas sintieron la ausencia del Aquidabán, porque es la más grande y tradicional que lleva más cantidad de pasajeros y mayor volumen de cargas.

Los pasajeros y revendedores se mostraron contentos con el reinicio del viaje desde el puerto de Concepción, que se repetirá todos los martes a las 10.00. Los viernes llega a Bahía Negra y esa misma fecha vuelve a Concepción, donde arriba el domingo de madrugada.

La lancha Aquidabán abastece a su paso de mercaderías varias, como productos de primera necesidad, frutas, verduras, de ferretería y bebidas a las diferentes despensas, almacenes y supermercados de los puertos y estancias.

Dentro de la embarcación trabajan 20 revendedores que viajan los martes llevando los productos a sus clientes de los diferentes puertos.

Ayer a la mañana retornó el bullicio de la gente y movimiento al puerto.

Fuente. Uh