El 25 de agosto aproximadamente desaparecieron parte de los armamentos del grupo de policías que integran la FTC. La sospecha de autoridades de la zona es que lo robado ya está en manos del EPP.
En agosto del año pasado se reportó el extravío de dos fusiles M4, cargadores, un visor nocturno y un radio de agentes policiales que integran la Fuerza de Tarea Conjunta, (FTC), en Concepción. Pero las autoridades ocultaron el hecho y evitaron hablar de la desaparición de las armas que se encontraban en el destacamento que está a cargo del comisario Óscar Cuevas.
El agente policial ya fue sumariado en el 2011 por el robo de armas y elementos de las Fuerzas de Operaciones Especiales Policiales, pero se salvó de ser dado de baja.
Actualmente se encuentra liderando uno de los puestos ubicados entre Kurusu de Hierro y Tacuatí, porque, de acuerdo a fuentes cercanas a la Policía, el agente goza del pleno apoyo del comandante, comisario Francisco Alvarenga, quien lo prefiere en el puesto pese a que fue investigado por un hecho similar ocurrido cuando era subjefe en la FOPE.
Tanto Justicia Policial como Asuntos Internos de la Policía señalaron que el caso se está investigando y que se indaga a los agentes que estaban de turno.
De acuerdo a los datos, las armas desaparecidas –que se sospecha son dos, aunque el jefe de Asuntos Internos, comisario Víctor Balbuena, dijo que eran tres–, ya estarían en manos del Ejército del Pueblo Paraguayo, EPP.
Una fuente policial señaló que incluso las armas que desaparecieron misteriosamente del grupo policial fueron vistas en poder de los secuestradores en la filmación de la prueba de vida de Arlan Fick (17), liberado por el EPP el pasado 25 de diciembre.
Es por eso que, supuestamente, se editó el material enviado por el EPP a la familia del menor cuando aún estaba en cautiverio, y no fue precisamente porque había datos que iban a favorecer en la investigación, como argumentaron en su momento.
Los agentes policiales evadieron las consultas sobre el caso y argumentaron que estaban en reunión con el comandante.
Balbuena manifestó que se abrió un sumario y que cuatro agentes más están siendo investigados por los superiores. Luego se derivó el caso al comisario Julio Sosa, fiscal policial que indaga desde Justicia Policial. Este, a su vez, trasladó la responsabilidad de brindar información al subjefe de Asuntos Internos, comisario Carlos Vera, quien se reunió –según la explicación que nos dieron– con el comandante y apagó su teléfono.
El fiscal antisecuestro, Joel Cazal, también está al tanto del robo de las armas. El mismo se encuentra de vacaciones y es interinado por la fiscala Sandra Quiñónez.
Fuente: UH