El fin de semana pasado, varios camioneros permanecían en espera para cargar sus camiones aludiendo que últimamente se volvió normal aguardar 3 a 4 días sin comunicación de parte de la administración de la INC.
Destacaron que, lamentablemente, el molino y la embolsadora son obsoletos y que tienen desperfectos mecánicos a cada momento. “Es evidente que el problema son las máquinas que ya no sirven y, lo peor, a nosotros nadie nos comunica cuándo podremos cargar”, dijo Teódulo Cohene, camionero de Horqueta.
Julio Almeda, otro conductor, señaló que no se puede cargar el producto porque la máquina se deteriora a cada rato. “Nosotros venimos con la intención de cargar, porque nuestros patrones tienen orden, porque ya pagaron en forma anticipada”, agregó.
El presidente de la INC, Jorge Méndez, quien estuvo el pasado fin de semana en Vallemí, minimizó el hecho y dijo que solo se trató de mantenimiento de los equipos. “Ya se está normalizando, nosotros sometimos a mantenimiento el equipo durante una semana”, señaló.
El arquitecto Rodrigo Fleitas, presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Concepción, dijo ayer a Radio Regional que el efecto de la reducción de entrega de cemento comienza a tener impacto negativo en el sector de la construcción en el departamento. “Ya estamos sintiendo la falta, aunque ingrese cemento de otra marca igual afecta a la construcción”, señaló.
El viernes pasado, cuando el equipo de ÚH ingresó a la fábrica con autoridades nacionales, la producción se reiniciaba lentamente. La antigua embolsadora estaba tirando productos a un camión, mientras varios estaban esperando afuera.
Existe un proyecto de instalar la nueva embolsadora a un costo de USD 5 millones, además de una planta de cal agrícola, cuyo valor asciende a USD 1 millón, y el molino, cuyo proceso debe ser estudiado si se cambia o se puede recuperar el actual, que sí tendría un costo mucho más elevado.