Una escuela rural del distrito de Concepción, del Departamento homónimo, inició las clases presenciales bajo los árboles a falta de reparación de aulas.

Dos pabellones inhabilitados, pero los árboles cobijan a los niños

Esto ocurre a 26 kilómetros de Concepción, en la Escuela Nº 1730, Inmaculada Concepción, de Frontera Curuzu Ñu.

La institución tiene dos pabellones clausurados por peligro de derrumbe, por lo cual, los niños y niñas se ven obligados a dar las clases bajo los árboles.

Desde hace ocho años, los directivos y padres solicitan la reparación, sin embargo, hasta la fecha no hay respuesta concreta de ninguna institución.

La profesora Teresa Galeano, directora de la institución, informó que hubo aprobación de las autoridades para dar clases presenciales aprovechando la buena sombra que hay.

No obstante, señaló que dar clases bajo los árboles siempre crea dificultades en época de lluvia y frío. «Ahora esperamos una respuesta concreta de parte de las autoridades, porque en el 2019 y 2020 no entró ni siquiera en microplanificación», sostuvo.

La escuela cuenta con 100 alumnos del preescolar al noveno grado, en escolar básica, para quienes solo hay un aula disponible, por lo que la mayoría sale al patio para seguir con las actividades pedagógicas.

Fuente: Ultima Hora