Un baldío de unas dos hectáreas, ubicado en el barrio Itacurubí de la ciudad de Concepción, se convirtió en un vertedero clandestino que molesta a los vecinos que viven en la zona.
Según los moradores, los carriteros y comerciantes de la ciudad tiran las 24 horas sus basuras en el lugar y se forma un gran vertedero.
El espacio está ubicado sobre la calle Teniente Silvio Rojas, a media cuadra del local de la Facultad de Enfermería Andrés Barbero de la Universidad Nacional de Asunción, a una cuadra y media de un conocido hotel y muy cerca de varios vecinos.
Los afectados indicaron que hace dos años denunciaron el hecho ante la Fiscalía del Ambiente, durante la época en que Richard Alarcón era fiscal, y que luego pasó a cargo de Carolina Quevedo, sin que se dé solución hasta el momento.
Agregaron que la Municipalidad tampoco dio una solución a la inquietud y que la inconsciencia de la gente es muy grande porque no respetan a los vecinos. “Son muy prepotentes los dueños de los carritos que tiran sin cesar la basura; nadie les puede reclamar”, comentó una afectada.
Los afectados explicaron que ya es insoportable el olor nauseabundo y la invasión de moscas en las viviendas, y aseguraron que desde hace 5 años soportan la situación, hecho que puede ser corroborado con solo llegar al lugar. “Ustedes (periodistas) se dan cuenta de la triste realidad. Es una pena vivir en un ambiente tan repugnante, ni siquiera visitas podemos recibir en nuestras casas”, señaló otra vecina, que también acercó su denuncia ante la prensa.
FISCAL. La fiscala del Ambiente, Carolina Quevedo, indicó que en su momento individualizó a los propietarios y que se llegó a limpiar totalmente el predio. Se sintió sorprendida de que de nuevo se haya tirado basuras en el lugar.
Destacó que la Municipalidad tiene que tomar los recaudos para que los carriteros no usen el lugar como vertedero clandestino.
Indicó que no tiene otra alternativa que imputarles a los propietarios identificados por la unidad fiscal.
Por ahora los vecinos esperan que las autoridades comunales reaccionen para evitar que los carriteros sigan utilizando el lugar para depositar la basura traída desde otro punto de la ciudad.
Fuente: Uh