Cristian Vega es un niño del departamento de Concepción que forma parte del proyecto Sonidos de la Tierra. Su particular historia se hizo conocida gracias a Facebook y motivó una ejemplar ayuda solidaria.

De escasos recursos pero abundantes sueños, Cristian tiene una meta en la vida: Ser un reconocido guitarrista.

Instrumento en mano, el niño camina 15 kilómetros hasta la ciudad de Belén en compañía de doña Liboria, una humilde mujer que saca fuerzas de donde no hay para que el sueño de su hijo se haga realidad.

Son 15 kilómetros a pie, no hay autos, colectivos ni motos para atravesar el camino de tierra roja, no importan el calor, la lluvia ni el frío.

Cristian llega puntualmente a dar clases gracias al proyecto Sonidos de la Tierra, creado por el maestro Luis Szarán con el objetivo de fusionar música e inclusión social.

La historia de Cristian Vega fue difundida a través de Facebook por el comunicador Crescencio Ruíz, coordinador del mencionado proyecto en el departamento de Concepción.

«Cristian Vega es mi alumnito de guitarra en Belén, viene cada sábado acompañado de su sacrificada y luchadora mamá, ña Liboria. Hacen 15 kilómetros a pie, a veces les llevo conmigo a la vuelta. A pesar de la distancia, calor y hambre, Cristian está decidido a ser un guitarrista. ¿Cómo no ayudarle y animarle a cumplir su sueño? En esta foto, momento de su regreso a casa, tiene un yogur en la mano para la merienda que compartirán juntos en el camino. A pesar de todo, se los ve felices! Donde hay música, la historia cambia», había posteado Ruíz en su cuenta.

De los «likes» a la acción

La historia de Cristian tuvo más de 300 «likes» (Me gusta) y fue compartida más de 600 veces, pero lo realmente destacable del caso es que la ayuda se materializó.

Una semana después de la primera publicación, el periodista subió la foto de Cristian y su mamá con una moderna bicicleta, donación de Nadua Sitjar, quien conmovida por el caso decidió donar lo que será a partir de ahora el medio de transporte, no solo de Cristian, sino de sus sueños que siguen intactos.

Por su parte, doña Liboria también recibió una bici donada por la familia Esquivel Echeverría de la ciudad de Concepción.

«El mundo será mejor con personas generosas… la música hace bien», posteó Crescencio Ruíz, una frase que sintetiza de manera precisa esta historia de solidaridad, sacrificio y arte

 

 

 

UH