Tras la aparición del video de prueba de vida del ganadero Félix Urbieta, la preocupación de la familia aumenta, ya que hubo un ultimátum del grupo que presiona para la entrega de dinero. Los familiares aún no reunieron ni siquiera la mitad del pedido.

Captura. Imagen del video en el que se ve a Félix Urbieta, dando pueba de que aún vive.
Captura. Imagen del video en el que se ve a Félix Urbieta, dando prueba de que aún vive.

De acuerdo a los datos a los que accedió ÚH, el sábado pasado llegó un emisario del grupo de Alejandro Ramos hasta la misma estancia San Francisco (Belen Cué, Horqueta), donde dijo a doña Ermelinda Agüero, esposa de don Félix, que será la última vez que les esperan, ya que en dos ocasiones no cumplieron con la entrega de dinero.

La estancia estaba con cobertura de seguridad, pero de igual forma el miembro del grupo ingresó desde el fondo para dialogar con la esposa, alertando que esta vez debe cumplir con el pago pactado.

El pacto es la entrega de 350.000 dólares, dinero con el cual no cuenta la familia, porque algunos amigos que debían prestar el dinero fallaron, tal como informaba la esposa de Urbieta en un comunicado el pasado viernes.

De acuerdo a la información recibida, la esposa y las hijas pudieron juntar 150.000 dólares, suma disponible para entregar si el grupo armado acepta. El resto depende de algunos préstamos latentes de amistades, ya que sus bienes están todos bloqueados por orden judicial.

VIDEO. Ayer se dio a conocer el video de prueba de vida grabado el 25 de enero de este año, en el cual el secuestrado Félix Urbieta se ve acompañado por dos hombres armados, uno de ellos el hijo de Alejandro Ramos. Urbieta viste camisa color verde, quepis camuflado y con una barba blanca cerrada. El mismo da pistas en relación del tiempo como: «Hoy es miércoles 25 de enero, ayer fue el día de la Virgen de la Paz y anoche la Sub 20 le ganó a Chile 2 a 1».

Los familiares evitaron hablar del tema, porque consideran que ese material no debiera filtrarse. Manifestaron que están temerosos de alguna represalia del grupo por haberse difundido la prueba de vida.

 Fuente: Uhora