El suboficial 1º, Víctor Manuel Martínez Ferreira, que había quedado parapléjico luego de ser alcanzado por una bomba cazabobos puesta por miembros del EPP, en el año 2.009, en inmediaciones a la estancia Rancho Z, de Fidel Zavala, ubicada en Paso Barreto, Departamento de Concepción, muestra signos de mejoramiento, sin embargo, necesita que el Gobierno contrate a una enfermera y dote más medicamentos.
Según su madre, Romilda Ferreira Vda. de Martínez, el joven demuestra mejoría porque reconoce a sus amigos y camaradas, también mueve un poco más parte de su cuerpo. “Estuvo muy feliz con la visita de sus camaradas, pero hoy amaneció un poco con fiebre y su enfermera le puso suero”, indicó.
La mamá dijo que el Comandante de la Policía, Críspulo Sotelo, prometió nombrar o contratar a su enfermera que lo atiende las 24 Hs, pero que lamentablemente nunca lo cumplió.“Yo quiero que le nombre a su enfermera que es confianza de la familia, a ella apenas le pagan sin contrato 1.900.000 Gs, pero merece un rubro por el trabajo que realiza”, explicó.
Comentó que en los últimos dos meses, también faltan medicamentos que anteriormente salían gratis. “El sueldo de Víctor no da para comprar todo, su cuidado genera muchos gastos, porque todo es delicado”, indicó.
Dijo que ella no está en condiciones de viajar cada mes a Asunción, aunque reconoció que nunca pudo hablar con el comandante en sus últimos intentos. “Vez pasada escuché que vino a Concepción, pero no pasó a ver la situación de mi hijo a quien lo consideran héroe, pero en el trato no veo que fuese así”, indicó.
El joven que quedó parapléjico es atendido por una sobrina que fue nombrada por la policía con sueldo mínimo y una enfermera que recibe una recompensa de 1.900.000 de parte del Comandante de la policía.
Esta última viaja diariamente de Concepción, unos 13 km, hasta la compañía Kurusu Isabel, para asistirle al joven. Ambas mujeres realizan guardia de 24 Hs porque el joven no puede ser descuidado ni un momento.