El intendente de Concepción, Alejandro Urbieta (PLRA), autorizó la utilización de fondos del Fonacide para la reparación de una iglesia de Concepción. Este dinero debería ser destinado a mejorar escuelas y sus alrededores.

Tati Urbieta
Tati Urbieta

En marzo de 2015, el intendente de Concepción, Alejandro Urbieta, ordenó la entrega de G. 5.000.000 a la “Comisión Pro Iglesia San Pablo” de la localidad de Hugua Rivas.

El dinero fue entregado el 12 de marzo de 2015 en concepto de “aporte municipal”. El monto entregado para la reparación de la sede religiosa corresponde a fondos del Fonacide.

El problema es que el dinero entregado no podía ser destinado a este tipo de obras.

La ley que creó el Fonacide establece claramente que los fondos que reciben las municipalidades en este concepto deben ser destinados a proyectos de infraestructura en educación, proyectos de almuerzo escolar y que los saldos remanentes deben ser remitidos a proyectos de inversión pública y desarrollo.

La reparación de una iglesia o la sede de cualquier culto o religión no forma parte del destino que se le puede dar al dinero público, mucho menos cuando se trata de fondos pensados especialmente para mejorar las condiciones del sistema educativo.

Varias irregularidades

Que la transferencia no se ajusta a los fines del Fonacide es apenas la primera de varias irregularidades.

La comisión pro iglesia que recibió el dinero entregado por la administración de Urbieta, presentó una rendición de cuentas el mismo día que recibió los fondos: el 12 de marzo de 2015.

En esa rendición de cuentas, la comisión pro iglesia menciona hasta la presentación de una factura con número 9.961. Llamativamente, esa factura tenía fecha del 16 de marzo de 2015. Es decir, presentaron como respaldo un documento que supuestamente fue emitido cuatro días después.

En la municipalidad de Concepción no existen registros de controles realizadas a la efectiva ejecución de las obras

Comité de mujeres… de dos mujeres

Cinco días después de haber entregado dinero para la reparación de una iglesia, Urbieta autorizó la entrega de G. 1.200.000 al “Comité de Mujeres Tres Fronteras”.

Nuevamente, se utilizaron fondos del Fonacide y otra vez era para reparaciones de una iglesia pero en otra localidad.

Nuevamente, se usó de forma indebida el dinero que debía ser destinado a las escuelas de su distrito.

Pero todavía quedan más puntos llamativos. Es que el comité de mujeres está integrado solamente por dos mujeres: María Benítez, presidenta; y María Leonor Giménez, protesorera.

La propia ordenanza municipal que citaba Urbieta para entregar el dinero público establecía la prohibición de la conformación de comisiones con solo dos integrantes.

No hay siquiera constancia de la realización de una asamblea para la elección de las autoridades del comité.

El Comité de Mujeres Tres Fronteras no presentó nunca una rendición de cuentas sobre el destino que dieron a los fondos públicos que recibieron.

Y la lista de “desprolijidades” de Urbieta es todavía larga…

“Desprolijidades” del intendente

“Me acusan de ciertas desprolijidades que reconozco”, dijo Alejandro Urbieta, intendente de Concepción, durante una visita a los estudios Radio ABC Cardinal 730 AM.

Esa fue la forma en la que intentó defenderse de la acusación por los malos manejos de su administración.

En 2015, Urbieta impidió que la Contraloría realizara una auditoría a su administración.

Hace ya casi cuatro meses que ciudadanos de Concepción se manifiestan diariamente para exigir la salida de Urbieta.

Fuente ABC Color