Obdulia Florenciano, madre del policía Edelio Morínigo, secuestrado en 2014 por la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), expresó este viernes su “impotencia” en medio de la búsqueda en una zona rural del norte del país de los restos de su hijo, de quien dijo merece, en caso de haber fallecido, “estar en un cementerio”.
“Es una persona que merece, si está muerto, estar en un cementerio, descansar ahí, no como animal”, declaró la afligida mujer a la Radio Monumental.
Familiares y amigos de Morínigo acudieron el jueves a la estancia Santa Delia, ubicada en la localidad de Arroyito, en el departamento de Concepción (norte), donde la Fiscalía ordenó realizar al menos 20 excavaciones para tratar de hallar los retos del uniformado.
La operación, encabezada por el agente fiscal Pablo Zárate, se ordenó ante informes recibidos por los parientes del policía, según los cuales pudo haber sido inhumano hace cuatro años en ese paraje rural.
Florenciano se declaró «más que impotente» y admitió que se trasladaron «con mucho nerviosismo» hasta ese lugar esperando encontrar a su familiar, donde aseguró hallaron «mucha evidencia» que coincidía con la información que recibieron.
Confirmó que en esta jornada proseguirán con la búsqueda, apoyados por tractores y otras maquinarias.
Recordó que en 2018, cuando les fue entregada una nota que apuntaba que Morínigo estaba muerto, tuvieron contacto con una persona que alegó que entonces no había «permiso» para entregar el cuerpo y que debían esperar entre tres o cuatro años.
Por su parte, el fiscal Zárate aseguró a la radio ABC Cardinal que el procedimiento se ordenó previa verificación por parte de los organismos de seguridad y de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) -creada para combatir al EPP- de que existía «viabilidad» para llevarlo a cabo.
«Hasta tanto nosotros no levantemos el cuerpo de Edelio Morínigo, sea en la condición que esté y eso esté asentado en un acta de defunción, para nosotros sigue vivo», aclaró el funcionario.
Además de Morínigo, el exvicepresidente paraguayo Óscar Denis permanece cautivo desde hace dos años, mientras que el ganadero Félix Urbieta fue retenido en 2016 por miembros del Ejército del Mariscal López (EML), una escisión del EPP.