En la mañana de este viernes, se presentó ante la prensa un Alejandro Urbieta con signos de sencillez y un vocabulario reconciliatorio, pidiendo paz y tranquilidad. Habló de varios temas incluso con los periodistas que critican su administración.
Señaló que es el momento de dejarles a las instituciones a trabajar, a efectos de aclarar las dudas existentes, tales como el caso de la Fiscalía de Delitos Económicos y la Contraloría que ya cuenta con varios documentos solicitados.
Destacó que a nadie le gusta esta sacudida que ocurre en la ciudad y que es momento de que las instituciones trabajen, porque, dijo, que también se les acabó el discurso a los ciudadanos autodenominados indignados. “Yo también me siento indignado, el domingo pasado nomas, no hace ni 8 días, tiraron como 10 globitos con pintura en mi casa, yo no hice publico nomas, me callo nomás porque aguante mucho”, señaló.
Destacó que de la policía esperaba que tuviera una mejor acción y que la fiscalía, si bien imputaba, en menos de 24 horas los denunciados ya estaban afuera sin seguir el proceso desde la cárcel. “Por todo ello yo también me siento indignado, pero no por eso podemos llegar a venganza”
En relación a la posibilidad de renuncia, destacó que no hay motivo para hacerlo, aunque podría serlo por decoro, por lo que siempre dijo el gobernador actual, Edgar López, que hay que entrar con las manos limpias y salir de la misma forma.
En relación al 2020, dijo que le gustaría buscar tranquilidad por un tiempo en su campo, aunque existan líderes, familias y padres de familia que se acercan a pedirle la reelección y para defenderlo de los ataques. “Vamos a analizar, creo que en estas condiciones yo puedo pasar las internas, pero en las generales será difícil, por eso digo que si es por mí me gustaría a trabajar en mi campo”, sentenció.
Después varios meses de negativa de conversar con la prensa crítica como Radio Regional, accedió a hablar con sus periodistas y hasta les pidió disculpas por los malos momentos.
Los manifestantes indignados creen que ya es tarde su arrepentimiento y que lo único que le puede salvar de una intervención y luego proceso es su renuncia. “Ya es tarde, después de los tantos ataques, denuncias y agresiones ahora se arrepiente, ya no es momento, dijo Daysi Irala, una de los indignados.
Este viernes, junto sus concejales leales, llegó al despacho de Edgar López, gobernador departamental, a solicitar ayuda para cumplir con los pobladores de los barrios, donde las calles están en pésimo estado.
Urbieta soporta 137 días de movilización contra su administración.