Los protagonistas de esta historia son oriundos de Concepción pero tuvieron que mudarse a Capiatá para recibir una mejor atención médica.
De acuerdo a lo informado por Paraguay Noticias, el padre tiene 52 años, dedicó su vida trabajando en un taller y fruto de su sacrificio, formó, educó y atendió a sus tres hijos.
La mayor de los hermanos tiene 26 años y es la más mimada, según comentó la madre, por lo que no quiso ver en esa situación a su padre y le entregó uno de sus riñones.
Por cuestiones de protocolo y de recuperación del procedimiento, ambos continúan internados en el nosocomio. La evolución de ambos es favorable, de acuerdo a lo expresado por el médico que atendió al padre y a la niña.
Sólo faltan días para que retornen a su querida ciudad del norte y sus vidas transcurran a la normalidad.