Una familia compuesta por cinco miembros, la pareja y tres hijos menores, sobrevive con la ayuda solidaria de humildes vecinos del barrio San Antonio, en la ciudad de Concepción, a orillas del arroyo Guazú. Su hogar es una choza con techo de carpa y paredes de retazos de madera terciada, cartones y telas. La cocina está al aire libre y no funciona cuando llueve.

Condición infrahumanas de la familia

La casita donde vive la familia Encina-Segovia fue destechada por un temporal que azotó recientemente la ciudad de Concepción. Los vecinos del barrio cubrieron el techo con una carpa, y las paredes fueron completadas con restos de madera, cartones, polietilenos y telas, mientras se espera la asistencia de alguna institución oficial.

Niños que ni siquieran van a la escuela

Los daños ocasionados por el fenómeno natural no fueron denunciados, ya que la pareja y sus hijos se encontraban en el Chaco en busca de trabajo, lo que también provocó la deserción escolar de sus hijos de 16, 12 y 9 años. Con los escasos recursos obtenidos en la región Occidental, apenas lograron subsistir, sin poder comprar útiles escolares, uniformes ni calzados. La situación de la familia es paupérrima.

El padre de familia es jornalero, pero los trabajos que realiza no son constantes, y sus ingresos apenas alcanzan para el sustento diario. La madre, Marta Segovia, se encuentra desesperada y solicita a los vecinos de buen corazón que primero ayuden a remediar la falta de una vivienda digna, que está a punto de colapsar, y luego, donen muebles básicos como camas, colchones, sábanas, frazadas y vestimentas para sus hijos, así como utensilios de cocina.

Paupérrima condición de la familia

Quienes deseen ayudar pueden acercarse al barrio San Antonio, sobre la Avenida San Antonio (ex Cnel. Francisco Resquín), casi Romualdo Irigoyen, o llamar al teléfono 0981-834-750.

Texto y fotos: Telmo Ibáñez