Dos grandes buracos que se abrieron en el muelle del puerto antiguo de Concepción, como consecuencia del descenso del río Paraguay, crean preocupación. Allí viven damnificados del barrio Chaco’i.
Según explicó Carlos López, administrador de la oficina de puerto de la ciudad, el problema se da a consecuencia del descenso del río, que erosionó debajo del muelle, provocando el hundimiento de la arena y el piso. Acotó que puede aumentar de intensidad creando más riesgos para la gente. “Este sector ya aislamos, pero lamentablemente hay gente inconsciente que no respeta y pone en peligro su integridad física”, explicó.
Con los damnificados que viven temporalmente en el puerto se manejan mucho mejor, porque están organizados y no ingresan a la zona de peligro. “Con ellos trabajamos muy bien, son organizados y saben que no deben ingresar a esta zona”, explicó.
Manifestó que ya informó a sus superiores a los efectos de enviar técnicos y verificar el hundimiento. “Lo que queremos es que se verifique y se remedie lo antes posible, porque esto puede seguir desmoronándose”, señaló.
El puerto antiguo ya había experimentado un hundimiento muy grande en el 2009. En aquella época le llevó casi 6 meses a la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) solucionar el problema. Estaba a punto de afectar al histórico edificio. En esta ocasión, se teme lo mismo, por lo que aguardan una rápida intervención de la ANNP para solucionar.
SIGUEN. Los damnificados de Concepción, que se encuentran en campamentos, siguen con necesidades y no podrán volver aún a sus viviendas, pese al descenso de las aguas del río Paraguay.
En el sector Calaverita, las aguas van dejando algunas viviendas, que se quedan en pésimo estado debido al barro, la humedad y la abundancia de alimañas. Unas 70 familias de este sector se hallan en el polideportivo municipal.
Según explicaron, sus viviendas necesitan rociado por parte de Senepa para luego retornar, más aún por el grave problema del dengue que se tiene en la ciudad. También indicaron que la asistencia alimentaria aún falta más.
Pobladores del barrio Chaco’i, que están en el puerto antiguo y en el ex molino harinero, tampoco pueden retornar a sus viviendas por precauciones. Algunas casas ya quedaron fuera del agua, pero también están con barro y extrema humedad.
Fuente: Justiniano Riveros, Uhora