El profesor de música Crescencio Ruiz encontró un día a dos niños pequeños con una guitarra y un acordeón de juguete cantando en una estación de servicios. Les pidió un tema, a lo que respondieron que cobraban G. 2.000. Confesaron al docente que querían estudiar música con el tal profesor Crescencio (sin saber que hablaban con él), porque querían ser como el dueto brasileño Zezé Di Camargo y Luciano.
Desde esa vez, Jesús (11) y José Gavilán Monzón (9) no faltan un solo día en la colonia de vacaciones que organiza la Escuela Municipal de Música, a cargo del Prof. Crescencio Ruiz. Van con entusiasmo tras su sueño, es decir, ser famosos como el dueto brasileño que también tiene una larga y penosa historia infantil.
El profesor Ruiz había posteado en su muro de Facebook la historia de estos niños y hubo respuesta de la gente solidaria. Hubo apoyo de Gricelda Falcón Rojas desde España y José Luis. Llegaron una guitarra y un acordeón en el Día de los Reyes Magos para los humildes hermanitos.
Pese a que aún están en periodo de aprendizaje de ejecución de estos instrumentos, los pequeños artistas ya interpretan varios temas de Zezé y Luciano, entre ellos, el conocido El día en que salió de casa. Contaron que varias veces vieron la película de Zezé Di Camargo y Luciano. “Varias veces vimos la película Los dos hijos de don Francisco, sabés que mi papá le parece a don Francisco”, dijo Jesús al corresponsal de este medio.
“Más famoso queremos ser”, sostuvo Jesús. Los chicos viven en el barrio Villa Alta, fracción Arroyito, a unas 20 cuadras del centro de la ciudad. Sin embargo, diariamente, su madre les lleva en motocicleta hasta la Casa de la Cultura para la práctica, pero posteriormente ya regresan a pie.
Su padre trabaja en el Chaco y vuelve mensualmente unos días a su casa. Según su hijo, tiene las características físicas de don Francisco, padre de Zezé y Luciano.
Aida, madre de los niños, contó que el abuelo y dos tíos son músicos y sus hijos heredan esa vocación. “Yo les ayudo en todo, a veces ya van a cantar en alguna actividad privada”, destacó su madre.
Fuente: Justiniano Riveros, UHora