La caída de la dictadura abrigó esperanzas en los norteños. Su pastor mayor de la iglesia, “Mons. Maricevich Fleitas logró grandes reivindicaciones en el ámbito rural como la obtención de miles de hectáreas, surgiendo de esa forma los 7 asentamientos de Arroyito, Alemán-cue y Sanja Moroti.

El sésamo dejó de ser negocio para los agricultores
El sésamo dejó de ser negocio para los agricultores

Juan Carlos Wasmosy fue el presidente que habilitó varios caminos rurales y extendió el fluido eléctrico al departamento. La Gobernación cooperó en la búsqueda del desarrollo. Su primer gobernador, Óscar Denis, comentó que la administración se inició con bajísimos recursos. “Pese a todo, construimos el puente sobre el río Aquidabán que conectó con el extremo norte del departamento”, dijo Denis.

La presión del pueblo logró el asfaltado de la ruta Concepción-Pozo Colorado, inaugurada en 1999, sin embargo, solo tuvo una vida útil de 5 años. Según los datos, en la misma década, la agricultura se debilitó enormemente. Esto motivó el éxodo de muchos campesinos. Recién en la década de los 2000 apareció el sésamo, pero los buenos precios no duraron.

La agricultura dejó de ser negocio, solo sobrevivieron los que están organizados. En cambio, el sector ganadero cobró mayor fuerza. El funcionamiento de un frigorífico y la instalación de otra industria en Belén dieron paso a fuentes de trabajo. “Estamos bien, con el frigorífico podemos comercializar nuestros productos”, dijo Marta B. de Mena, presidenta de la Asociación Rural del Paraguay, Regional Concepción.

Fuente. Justiniano Riveros, diario Ultima Hora