Si Ud. encuentra en los alrededores del Mercado Municipal a un hombre larguirucho con quepis, remera y pantalones bien sueltos, con doble cinto portando una caramañola, una revolvera y una pistola, no se asuste, es el ser más inofensivo de Concepción que solo busca el cariño de los demás.
Sus pasos y poses, sus manos a la cintura, sus movimientos son características de un fornido militar que en su mundo de fantasía lo encarna en la realidad. Pese a su edad, su pistola es de juguete y se convierte en su principal orgullo, porque no deja pasar minutos para tocarla.
Es un niño grande, con una mente infantil e ingenua. Saluda con sonrisa y pide un mil´i, aunque ahora cuentan que sube su pedido. Le encanta recibir caramelos, golosinas y gaseosas.
Es el popular “Cachirulo” el amigo de todos. Nadie sabe con certeza su origen, aunque según fuente de la Municipalidad habría nacido el 16 de abril de 1.949 en Puerto Casado, Chaco y criado en Vallemí. Si es así, hoy tiene 67 años, aunque él siempre sostuvo que tiene 15 años, que sería su edad emocional o psicológica.
Cachirulo es bueno, ingenuo y bonachón, nunca agrade ni tampoco se apodera de lo ajeno. No consume bebidas alcohólicas, solo gusta de las golosinas y estar en el parque, donde hamaca a los niños.
Sin embargo, le desagradan las bromas políticas, porque tiene un enemigo en esa área, cuyo nombre no puede escuchar.
El nombre de “Cachirulo” es Toribio Vega y su habitad es el Mercado Municipal. De ahí nunca quiso salir, pese al ofrecimiento que hicieron unos amigos y amigas que le quisieron construir una casita fuera del centro comercial.
Es el personaje más inofensivo que sobrevive gracias a la solidaridad de los trabajadores del Mercado que le dan comidas y vestimenta.
La recomendación de la gente que lo conoce es que lo traten con amor y afecto y nunca hacerlo enojar ni tratar de despojarle de su mentalidad infantil que lo ubica en la realidad como un gran jefe militar.