Tras una sesión de seis horas, diputados liberales y colorados disidentes aprobaron la ley que otorga el subsidio a los labriegos, que siguieron desde las plazas todo el debate.
Los votos de la bancada de Colorado Añetete, sectores del PLRA, la bancada de Avanza País y los votos individuales del Frente Guasu y del Encuentro Nacional lograron una mayoría que alcanzó para sancionar ambos proyectos, sin modificaciones.
Luego de un extenso debate en el que participaron esencialmente diputados a favor de los proyectos, se votó primeramente por la ley que declara emergencia nacional para la reactivación de la agricultura familiar campesina, y luego por la ley que otorga el subsidio, nombrada ley de rehabilitación financiera.
La ley que declara emergencia establece que las instituciones dependientes del Ejecutivo deberán tomar todas las medidas conducentes para cooperar con los campesinos que se dedican a la agricultura familiar. Según el texto aprobado, se contemplarán los siguientes aspectos: asistencia técnica y crediticia, acceso a servicios básicos, vivienda y tierra para las familias que se dedican a la agricultura.
El segundo proyecto contemplaba el subsidio por las deudas vencidas de los productores de la agricultura familiar campesina, siempre y cuando sean dueños de fincas que no superen las 30 hectáreas. La suma a subsidiar será hasta 25 salarios mínimos por productor, que son G. 51 millones, indica el texto. La deuda debe guardar relación con la producción agrícola y los beneficios otorgados por la ley no privarán del derecho de ser sujetos a nuevos créditos.
Luego de casi 6 horas de sesión, se llegó a la votación y se sancionó el subsidio por 38 votos a favor. El Senado ya había dado su media sanción. Los principales argumentos de los promotores de las leyes, fue la crítica situación del pequeño productor, y el hecho de que se conceden subsidios a sectores poderosos, como transportistas y sojeros.