Por Felix Ramos

“No voy a permitir nunca que ningún periodista me venga a decir: -noo, porque tal cosa…”- decía al iniciar su encendido discurso uno de los concejales municipales durante la última sesión ordinaria. El tono desafiante se adueñó de la atención de los presentes y también de los que seguíamos el desarrollo a través de los medios, pues parecía el preludio de la afirmación de una postura coherente respecto a alguna cuestión de interés general.

Algunos de esta mesa directiva quieren denunciar judicialmente a quienes los eligieron.
Algunos de esta mesa directiva quieren denunciar judicialmente a quienes los eligieron.

A renglón seguido expuso el problema del déficit en la recaudación impositiva por parte de la Institución Municipal, dirigiendo sus ataques a la ciudadanía (a la cual representa) con amenazas de ingresar a la lista de morosos de INFORCONF a todo aquel que no se pusiese al día en sus compromisos con la comuna. -De esta manera no vamos a recaudar, no vamos a llegar!!- enfatizó en un momento dado. –Llegar a donde? –me pregunté- evidenciaba talvez el temor a no alcanzar la suficiente recaudación para mantener el monto de la dieta que por ley corresponde a la Junta Municipal?.  Finalmente remató advirtiendo con la posibilidad de echar a las patadas al Intendente Municipal en el caso de que este no supiera utilizar las herramientas que el cuerpo legislativo pudiera facilitarle.

Sin más, un colega suyo de otro signo, con un tono no menos virulento, coronó el debate planteando la idea de tercerizar el cobro de los impuestos, en términos sencillos algo así como vender la deuda de la ciudadanía, (la misma que lo hizo concejal) a una empresa privada, la cual se encargaría de “sacarle los ojos” a la gente que no pudiera ponerse al día.

Quizás con un mínimo de sentido común y cordura hubieran empezado por considerar que están los ciudadanos que tienen y no quieren pagar y otros, que según mi humilde apreciación son los más, que aunque quieran pagar no pueden por la difícil situación actual de la economía, pero que de ninguna manera merecen estar en la misma bolsa con los primeros

Talvez no sea más que el espejismo de un ingenuo ciudadano, pero pienso que sería interesante escuchar a nuestros representantes centrando sus debates en la búsqueda de mecanismos válidos para dinamizar la alicaída economía concepcionera.

Que contentos estaríamos si la plata que recibe la comuna en concepto de Royalties y Fonacide, además de otros fondos que se invierten en diferentes obras públicas quedasen íntegramente en manos de trabajadores concepcioneros. Pienso que albañiles, carpinteros, electricistas, herreros, etc. tendrían capacidad suficiente para pagar sus impuestos si los representantes, depositarios de sus votos, encontrasen la fórmula para evitar la migración de estos recursos.

Sustancialmente mejoraría la economía de los oleros, por ejemplo, si todas las obras públicas del distrito se hicieran con ladrillos puramente concepcioneros. O la situación de los artesanos, si éstos tuvieran su espacio y un respaldo verdadero. Sin olvidar a la zona rural, que hasta hoy día no encuentra respuestas creíbles a sus ya antiguas necesidades.