En la casa del ganadero, secuestrado desde octubre del año pasado, pasarán el Día del Padre sin su compañía. Otras dos familias viven similares momentos de angustia, con la ausencia de seres queridos.
Hace 249 días que los terroristas secuestraron a don Félix Urbieta. En esta fecha festiva, en la que se les rinde tributo a todos los padres del país, Norma y Liliana no podrán hacer lo mismo que muchas familias, debido a que unos secuestradores les robaron esta posibilidad.
Las hermanas, hijas del ganadero horqueteño, hace unos siete meses que no pueden disfrutar de la presencia de su padre, quien fue plagiado el 12 de octubre del año 2016 por miembros del autodenominado Ejército Mariscal López (EML), banda armada irregular liderada por Alejandro Ramos Morel, alias Jota.
Hoy será la primera vez que Norma y Liliana no podrán rendir tributo y homenaje a don Félix en esta fecha. Claramente hoy pasarán el Día del Padre más difícil que les haya tocado a las dos.
En todo este tiempo transcurrido, el esfuerzo de las hijas fue inmenso para que logren la liberación, pero muchos de los que le dijeron que les darían una mano las abandonaron. Cuando podían llegar a tener una suma considerable para la oferta, los secuestradores volvían a exigir más dinero para el rescate.
Ninguna de las dos hijas jamás pensó que en algún momento podrían pasar el trance más grande de la familia. Su padre, un hombre de campo, rudo, trabajador, colaborador, no merecía la atención de ningún grupo guerrillero, porque lo poco que tuvo fue solo fruto del trabajo diario.
Hoy, en la mesa de los Urbieta una de las sillas seguirá vacía, como en otros días festivos. El brindis en la vivienda del ganadero no estará acompañado de jolgorio y alegría, sino con el silencio triste y doloroso de las hijas, nietos y seres queridos que están deseando con toda el alma que él esté con ellos ahora.
Noticia. Liliana había comentado a ÚH que el 25 de enero de 2017 fue la última vez que tuvieron alguna información sobre su padre. Fue cuando los terroristas que tienen en cautiverio a su padre les habían enviado un detalle sobre el rescate y una filmación como prueba de vida.
Afligidos todos siguen pidiendo una prueba de vida más para poder tenerlo de regreso muy pronto. Los secuestradores habían bajado el monto de rescate de 500.000 dólares a 300.000 de la misma moneda, pero luego habían de nuevo agregado un 50.000 dólares más en concepto de «impuesto revolucionario».
Liliana había señalado a una emisora capitalina que ellos están en condiciones de abonar los 300.000 dólares ahora, luego de encomiables esfuerzos económicos. Además, explicó también que pueden abonar el rescate en dos pagos, uno ahora, y el resto cuando Félix sea liberado y pueda disponer de sus bienes, asegurando que saben que deben de cumplir sí o sí.
Fuente: Uhora